Josep Ramón Sanromá Celma, ex Deutsche Bank, lidera la operación

El Instituto de Finanzas Catalán es el germen del nuevo banco central catalán de Junqueras

Banco central
El consejero delegado del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), Josep-Ramon Sanromá (Foto: EFE)

Josep Ramón Sanromá Celma, ex director general de Deutsche Bank España es el actual CEO del Instituto Catalán de Finanzas que según ha podido saber OKDIARIO, se encuentra embarcado en la transformación de este organismo en el «Banco Central de Catalunya». Una suerte de sustituto del BCE para poder dotar a la mencionada comunidad autónoma de una entidad que ejerciera las funciones de todo banco central: ejercer como autoridad monetaria, encargarse de la emisión del dinero legal y en general diseñar y ejecutar la política monetaria del país al que pertenece.

Para ello el vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras dispone del Instituto Catalán de Finanzas. Un organismo creado a finales de 2013 (cuando se consumó el primer amago de declaración de independencia con Artur Mas) y para que no haya ningún género de duda reza en su preámbulo «una de las aspiraciones históricas de la Generalidad de Catalunya ha sido disfrutar de un instrumento de titularidad pública para operar en el mercado financiero. Esta aspiración se debe plantear, no obstante, con la necesaria e imprescindible independencia que en el ejercicio de su actividad debe tener hacia el poder político».

Sanromá es un independentista convencido que tuvo una salida traumática de Deutsche Bank tras negociar con el líder sindical de Cataluña la modificación de los horarios en el convenio bancario. Tanto el líder sindical como Sanromá Celma abandonaron sus cargos una vez firmados los pactos lo que provocó cierta controversia.

Entre su equipo directivo en el Instituto Catalán de Finanzas se encuentra Vanesa Servera i Planas, que desempeña el cargo de directora financiera. También una persona muy próxima a las tesis a favor del Proces. Servera tiene un amplio conocimiento de estas cuestiones pues ocupó un alto cargo directivo en el ICO en la época de Zapatero. De hecho, cuentan a este periódico fuentes bien informadas que es Servera la que se desplaza a Madrid todas las semanas para reunirse con una de las Big Four (así se denominan a las cuatro más grandes auditoras de España) que les está solventando dudas y ayudando a pergeñar parte de este plan.

Las dudas surgen una vez más a la hora de seguir los cauces legales. Aunque la actual Generalitat ha demostrado la gran flexibilidad que tiene, sobre todo por su parte, a la hora de adecuar las leyes a sus propios intereses (de hecho este organismo se creó por parte de la Generalitat con la facultad legislativa excepcional del decreto ley que le reconoce el artículo 64 del Estatuto de autonomía de Cataluña).

Las atribuciones del Banco Central Europeo le son propias y no las puede delegar en nadie que quiera pertenecer a la UE. De hecho, y por una cuestión de estricta estrategia, los billetes y monedas europeos se fabrican en diferentes países para que ningún Estado miembro pudiera arrogarse funciones que no le competen.

En los propios estatutos del BCE se aclara que «estará sometido única y exclusivamente a la normativa propia de las entidades de crédito, a la de carácter básico y a la establecido por la Unión Europea. La entidad, en consecuencia, actuará, en el ejercicio de la actividad que le sea propia, sometida únicamente al control de los órganos reguladores estatales y europeos».

Este proceso de conversión en banco central invalidaría al Instituto Catalán de Finanzas como operador financiero válido en la UE pues su objetivo final no es otro que el de ocupar el papel que desempeña el propio BCE. Líderes sociales catalanes como Aeljo Vidal-Quadras vienen alertando de esta situación que habrá que tener en cuenta si finalmente este jueves ha de aplicarse el artículo 155 de nuestra Carta Magna.

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