España tiene la red de sucursales bancarias más extensa de la eurozona a pesar de encabezar los cierres

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España cuenta con la red de sucursales bancarias más densa de toda la zona euro a pesar de ser el país donde más oficinas se han cerrado entre 2010 y 2016, según la agencia Moody’s, que subraya que el sector bancario español era (al inicio de la crisis) y sigue siendo ahora el de mayor red de sucursales de la región comunitaria.

En 2006, en España existían más de 90 sucursales por cada 100.000 habitantes, mientras que diez años después (con datos de 2016) esa cifra se había reducido a poco más de 60 oficinas. Durante el mismo periodo, la densidad de sucursales en la zona euro disminuyó en un 18% hasta 45 oficinas por cada 100.000 personas. Actualmente, junto a España, solamente Austria, Francia e Italia superan la media del conjunto de los Diecinueve.

No obstante, las cifras de la zona euro todavía siguen siendo elevadas, según apunta Moody’s en su informe sobre los retos del sector bancario europeo. De hecho, la densidad de sucursales se sitúa muy por encima de la media de Estados Unidos, donde la cifra equivale a tan solo 26 oficinas bancarias por cada 100.000 habitantes.

La otra cara del recorte de sucursales es la reducción de la plantilla, que también ha seguido una trayectoria diferente en la eurozona en relación a EEUU. Así, mientras que entre los países pertenecientes a la moneda única el número de empleados en banca descendió desde los más de 2,1 millones hasta alrededor de 1,9 millones de trabajadores en diez años, los gastos de personal se han mantenido prácticamente estables.

Al contrario, la plantilla de los bancos estadounidenses se ha mantenido prácticamente estable entre 2006 y 2016, lo que lleva a una inflación gradual en la factura salarial.

Con todo, los esfuerzos de los bancos bajo la tutela del Banco Central europeo (BCE) por reducir los costes no han dado sus frutos, ya que el ahorro logrado por las reducción de empleados y sucursales a gran escala se han visto compensados por un incremento de costes regulatorios y de reestructuración.

Concretamente, los costes totales de los bancos han crecido a una tasa anual del 1,2% desde 2010 hasta la actualidad, fundamentalmente por gastos administrativos, como gastos de regulación adicionales y costes de cumplimiento normativo y de subcontratación más altos.

Menos rentables y eficientes

«Los ingresos de los bancos de la eurozona sufren la erosión continua de sus ingresos y pronosticamos que el sector continuará bajo presión en su búsqueda de encontrar la forma de ahorrar», señaló el director gerente de Moody’s Investors Service, Nick Hill.

De igual forma, la rentabilidad de los bancos de la zona euro se ha reducido desde la crisis financiera y, en concreto, el rendimiento del patrimonio tangible (ROTE), que se situaba por encima del umbral del 10% antes de 2007 y desde entonces no ha logrado subir del 5%, según sostiene el informe.

Además, Moody’s cree que es «poco probable» que el desafío de reducir costes para los bancos europeos disminuya a pesar de la recuperación económica de la región, y asegura que se han vuelto «menos eficientes».

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