La ‘revolución azul’: los vinos añiles que nacen en España y desembarcan en Estados Unidos

Récords mundiales
Vino azul de Marqués de Alcántara

El boom de las bebidas rosas no ha venido solo. La explosión de colores que está tiñendo las bebidas espirituosas ha dejado de ser una novedad porque la gama cada día crece, pasando por el morado y terminando en el azul. Precisamente este último se ha convertido en el color protagonista de los vinos, que se han despedido de sus colores dorados, violín, granate o blancos para pintar esta bebida del color del cielo.

Los vinos azules se elaboran 100% con uvas de bodegas de diferentes sitios de la Península Ibérica. Se cuelan cerca de sus hermanos rosados, tintos y blancos y se embotellan en botellas de vidrio que normalmente guardan los vinos. Pero, no son vinos y está prohibido llamarles así.

Marqués de Alcántara y su vino azul

La historia de Rubén y Agustín, que cuentan con una gran experiencia en el sector vitivinícola, se entiende cuando hablamos de su pasión por el vino. En enero de 2015 decidieron revolucionar el mundo de la etnología con la creación de un producto “con la calidad de un gran vino pero diferenciado por un color muy característico, y no es nada más y nada menos que un vino azul”, explican desde la compañía.

Su objetivo era la creación de un producto distinto, “no un vino cualquiera”. Pero, en sus planes no entraba el color azul. Un color que les ha llevado al éxito, sobre todo entre los jóvenes. “La idea inicial también era la de llegar a un público joven, normalmente no interesado por el vino, por eso creyeron que está peculiaridad haría que dicho público mostrara mayor interés”.

Su pasión por transmitir la cultura del vino de manera diferente, junto con la idea de situar este vino azul en el panorama vitícola español, les llevaron a crear diez productos diferentes teñidos de azul: “un cava, un frizzante, una bebida refrescante, una mermelada de uva (también azul), etc.”

Desde España hasta Estados Unidos, pasando por China

Sus productos estrella son tres: Marqués de Alcántara, Velvet de Vendôme -con menor graduación y mas dulce que el vino, además de espumoso- y Alma de Merixel, con un sabor más seco. «Dependiendo de cada país hay más demanda de cada producto en función de su clima”, indican.

Les «tomaron por locos», pero «ha resultado un gran éxito a escala mundial». Y no les falta razón: la creación de Rubén y Agustín se ha hecho un hueco en nuestro país -se vende en supermercados como Alcampo y Carrefour- y también llega a otros países del mundo, donde concentra el 90% de sus ventas. Entre otros está Suecia, México, Chile, Puerto Rico, Grecia o Italia. “Estados Unidos ya ha realizado sus primeros pedidos para Miami y Las Vegas y se encuentra en fase de introducción. También se está comenzando la introducción en Rusia y China”, apuntan.

En dos años han conseguido crecer a pasos de gigante. Han venido más de 500.000 botellas y han incrementado su facturación: “en el año 2015 fue de 180.000€, en 2016 alcanzó unos 500.000€, mientras la de este año alcanza ya los 640.000€ y se prevé llegar a 1.500.000€”, explican.

¿Cómo se tiñe de azul?

Sus uvas crecen en el territorio de Jumilla (Murcia), donde cuentan con unas 20 hectáreas. “Es azul debido a una pigmentación natural llamada antocianina (definida E163B). Esta pigmentación es extraída de la piel de la uva tinta y mezclada con el caldo de la uva chardonnay hasta conseguir el color que nos caracteriza”, mantienen.

De hecho, la intensidad de su color es lo que creen que les diferencia de sus competidores. “Ha supuesto una gran revolución, todo el mundo que ve nuestro producto quiere probarlo. La llaman la revolución azul”.

La legislación prohíbe llamarlos vinos

Aunque aún no han recibido ninguna sanción al respecto, como Gik Live -otra empresa que está revolucionando el sector- la legislación no contempla el color azul en los vinos. “Nos parece algo incoherente, ya que en su totalidad está compuesto 100% de vino, que no se puede denominar vino solamente por su color es algo que nos produjo incesantes problemas”.

“Por el momento no hemos recibido ninguna sanción, ya que las autoridades sanitarias nos informaron de como podíamos denominarlo y el tiempo que disponíamos para realizar todos los cambios, cumpliendo por nuestra parte todas la indicaciones”, sostienen.

Sin embargo, critican que la legislación no incluya estas novedades. “La legislación se debería adaptar conforme a sus requerimientos, ya que anteriormente no se había producido ningún vino con esta tonalidad pero ya existe y aunque la ley no lo contemple, verdaderamente es un ‘’vino azul’’.

A pesar de las trabas que pueda ponerles la ley, Marqués de Alcántara ya se encuentra inmerso en la creación de un símil del tinto de verano, también de color azul. Y es que dentro de diez años se ven entre los mejores productores de vino y bebidas alcohólicas de Europa.

Gik Live: otra empresa que revoluciona el sector del vino

Precisamente la legislación salpicó a cinco universitarios, muy alejados del sector vitivinícola, quienes dieron a luz en 2015 al vino azul llamado Gik Live. «Quisimos crear una revolución en un mundo que a nuestro parecer necesitase una actualización. Ahí surgió la idea de entrar en la industria», cuentan a OKDIARIO.

Comenzaron vendiendo 400 botellas y ahora producen lotes de más de 30.000. Pero, Gik ha sufrido un gran revés: después de dos años, fueron sancionados por los productores del vino con una multa económica y con la prohibición de llamar a su creación «vino», aunque el hecho de que el vino fuese azul no fue «una decisión trivial, pero tampoco algo primordial».

A pesar de las trabas legislativas, desde su creación hasta hoy, ya llegan a más de 20 países del mundo, como Japón, Singapur o México y ahora, están desembarcando en Estados Unidos. Y lejos del rechazo de la gente, han tenido una buena acogida: «la reacción ha sido muy positiva y nos ha hecho sentirnos muy afortunados de los clientes que tenemos».

Una fórmula distinta para cumplir con la normativa

Para cumplir con la normativa, ha tenido que cambiar su receta: «sigue siendo 100% uva, pero tenemos que añadirle un porcentaje de mosto de un 1% a la fórmula «, mantienen. Aunque eso sí, su sabor no se ha visto alterado.

Aunque, su producción la llevan a cabo en España en diferentes bodegas de la Península. «El proceso que aplicamos mejora tanto el color como el sabor, no tenemos que limitarnos a una única región, ni siquiera a una sola variedad. Escogemos estas bodegas en función de las personas que trabajan en ellas», subrayan.

«Nos gusta ver Gik como una revolución en el sector. Por ello, en nuestra opinión, debe haber hueco para todo. No sabemos si a través de un cambio de legislación o no, pero por supuesto nos encantaría que, a pesar de no haber antecedentes en la historia para algo similar, hubiese una categoría que recogiese un producto de las características de Gik», sostienen.

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