¿Qué tipos de bienes existen?

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Productos de supermercado (Fuente: Getty)

No todos los bienes que hay en el mercado son iguales y presentan las mismas características. De hecho, es posible clasificarlos de distintas formas según varias clasificaciones. Lo hacemos a continuación.

Según su acceso

    • Públicos: toda persona que lo desee puede tener acceso a ellos sin ningún tipo de exclusión. Podemos encontrar instalaciones como bibliotecas, centros de atención primaria, parques…
    • Privados: son utilizados por una persona o grupo de personas concreto. Cualquier producto por el cual se ha pagado a un tercero y que utiliza uno mismo puede considerarse como privado.

Según su función

    • De consumo: tienen la función de conseguir satisfacer una determinada necesidad de aquéllos que lo consumen. Pueden ser, a la vez, de dos tipos:

Perecederos: dejan de existir una vez se han consumido. El ejemplo más claro son los alimentos.
-Duraderos: son aquellos bienes cuyo consumo puede repetirse distintas veces. Así pues, una máquina o cualquier electrodoméstico se englobarían en este grupo.

    • De capital: son bienes que no se comercializan al cliente final, sino que se utilizan para obtener otros. En el contexto de una cadena productiva, cualquier máquina se consideraría un bien de capital. En ese sentido, es importante remarcar que un mismo bien, de acuerdo a su función, podría ser de consumo o de capital. Por ejemplo, una máquina que se venda directamente al cliente final será de consumo; mientras que tendrá consideración de capital si se precisa para fabricar otro producto.

Según el grado de escasez

  • Libres: se trata de bienes que son infinitos y que es posible utilizar en cualquier momento. El Sol o el viento son bienes libres, ya que son accesibles para todos.
  • Económicos: son aquellos bienes que, al contrario de caso anterior, son finitos y que, por lo tanto, no están al alcance de todos. La adquisición de cualquier bien mueble, por ejemplo, sería de este tipo.

Según renta

    • Normales: se trata de los bienes cuyo consumo se relaciona de forma directa con la renta de los consumidores. Es decir, ante incrementos de renta, su consumo también. En cambio, ante pérdidas de capacidad adquisitiva, sufren un recorte en sus ventas.
    • Inferiores: son bienes que, a más renta disponible, menos se consumen. De la misma manera, ante descensos de renta, incrementan sus ventas. En general, son los que cubren necesidades básicas sin las cuales no podríamos vivir. Por ejemplo, en un contexto de crisis, las familias salen menos a comer fuera y compran más en el supermercado para hacerse la comida en casa. En cambio, si la renta aumenta, se preferirá gastar más en salir y menos en los recursos básicos.
    • De lujo: son los bienes que solamente están al alcance de unos pocos. En este caso, el precio no es un problema, al contrario: se desea pagar más para poder tener la exclusividad de uso de aquel bien.

Según su consumo

  • Sustitutivos: son bienes que no pueden consumirse a la vez. Por lo tanto, son excluyentes: cuando se consume uno, no es posible hacer lo mismo con el otro. Las compañías que comercializan bienes sustitutivos entran en competencia directa entre ellas.
  • Complementarios: son aquellos bienes que no pueden utilizarse sin la existencia de otros. Si, por ejemplo, adquirimos una impresora, es imprescindible tener cartuchos para poder imprimir. Estos cartuchos son el bien complementario necesario para el funcionamiento de la impresora.

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