Desde ‘Juego de Tronos’ a ‘Penny Dreadful’: España, plató de producciones internacionales por sus incentivos fiscales

juego de tronos
Rodaje de 'Juego de Tronos' en Osuna, Sevilla (Foto:Getty)

La plaza de toros de Osuna o el Alcázar de Sevilla, la playa de Monsul en Almería, el museo Guggenheim de Bilbao, el monasterio de Sant Pere de Galligans en el Museo Arqueológico de Cataluña, los Jardines del Castillo de Peñíscola, las calles de Avilés en Asturias, la estación madrileña de Atocha… Además de ser auténticas reliquias turísticas e históricas, estos lugares de España se han convertido en verdaderos platós de series y películas.

Nuestro país ha sido siempre un escenario atractivo para el rodaje de producciones nacionales y extranjeras. Pero en los últimos años, España se ha puesto de moda, sobre todo tras la gran repercusión de los rodajes de series como Juego de Tronos, que ha elegido localizaciones de nuestro país para dar forma a su serie. La llegada de GOT ha provocado el ‘efecto llamada’. «Tras el reciente éxito de la producción de Exodus, de Fox, cuando Juego de Tronos conoció la diversidad y excelencia de otras localizaciones, han querido seguir aquí y eso ha atraído a otras producciones», explica a OKDIARIO Carlos Rosado, presidente de Spain Film Comission.

Además de que España sea un auténtico caramelo para los extranjeros, hay otras razones que mueven a los productores internacionales. Y una de las claves está en el dinero: «España es un país que ofrece ventajas para que los rodajes sean eficientes y ventajosos desde el punto de vista económico», apunta Rosado.

Deducción fiscal del 20%

Las producciones audiovisuales extranjeras tienen derecho a una deducción fiscal del 20% de sus gastos en la producción realizada en territorio español, siempre y cuando esos costes asciendan como mínimo a un millón de euros. Eso sí, siempre habrá que tener en cuenta los impuestos que se apliquen sobre los activos en los que invierta, que en el caso de las productoras internacionales, deberán corresponder a costes de personal, y gastos ocasionados por el uso de industrias técnicas y otros proveedores… Cada activo tiene un impuesto diferente y la deducción se hará sobre el resultado.

La cuantía de la deducción también estará limitada: no puede exceder de 3 millones por producción y el importe total de los incentivos aplicados no puede exceder del 50% del coste de producción.

Canarias y Navarra, una deducción especial

Aunque si quieren ahorrarse aún más dinero, tendrán que irse a Canarias o a Navarra: en el caso de las islas, la deducción es del 35% si se realiza un gasto mínimo de 1 millón de euros, aunque el importe deducido no podrá superar los 4,5 millones de euros.

En Navarra, la deducción también es del 35%, pero la condición es que se invierta al menos una semana de rodaje. En ambas, la aplicación de la deducción no tiene ningún límite.

Sin embargo, nuestro país está lejos de otras naciones europeas como Francia e Italia, que ofrecen incentivos fiscales más ventajosos para aquellos que los elijan como escenario de sus producciones. «Algunos países nos llevan años de ventaja en la promoción de rodajes como hecho que no solo tiene dimensión económica sino que es considerado como un instrumento para difundir y promover la imagen del país. Con ellos competimos y esos países, lógicamente, para mantener su ventaja competitiva se han dotado de unos incentivos fiscales en cualquiera de sus modalidades para atraer a la industria. Este instrumento es clave porque es determinante de la decisión de rodar o no en un determinado lugar», apunta el presidente de Spain Film Comission.

El clima, la luz, la gente…

Pero España no solo es atractivo por los incentivos fiscales que ofrece. Lo que diferencia a nuestro país de la competencia son otros factores que también son determinantes para los productores: el clima, la luz, la diversidad de localizaciones o monumentos históricos que, por su estilo de construcción, hacen más real la ficción. «Nuestro país dispone de excelentes comunicaciones con otros países, unas infraestructuras de todo tipo modernas -con la excepción de que carecemos de unos estudios cinematográficos – y profesionales y servicios cualificados a precios competitivos».

A su ‘naturaleza’ también se añade la disposición y colaboración de las administraciones a la hora de conceder permisos y licencias, según Rosado. Si una empresa extranjera quiere rodar en España, no requiere de complejas tareas administrativas: «es más, lo habitual para un productor extranjero es contactar con las film commissions y contar con una compañía española de servicios», indica.

Las film commissions -ya sea la nacional o las regionales, como Andalucía Film Commission- aceleran la obtención de los permisos y «ejercen una labor de intermediación con las administraciones titulares de los escenarios elegidos y en España las tasas de rodajes son reducidas o suelen ser bonificadas en atención al interés del rodaje», subraya.

No solo gana la productora

España también gana acogiendo a las productoras extranjeras: inducen al turismo y crean empleo. «Un rodaje crea economía y empleo desde el momento mismo en que empieza a plantearse. Pero cuando la obra audiovisual llega a las pantallas empiezan unos efectos a largo plazo que son, por una parte, de reputación del destino de cara a la industria y, por otra parte, unos efectos de imagen de gran valor porque el espectador que se siente atraído por las localizaciones que ve provoca un estímulo conducente a convertir la experiencia de ficción en conocimiento del lucha real. Es decir, el cine induce al turismo», señala Rosado.

Un buen ejemplo sería el impacto que tuvo el rodaje de Juego de Tronos en Girona: solo en dos semanas aportó más de 3,5 millones de euros, según la Oficina de Cine de Girona.

El guión no es la condición

Para que una producción extranjera llegue a España, de la mano generalmente de las film comisssions, no necesita poner su guión encima de la mesa. Aunque Rosado admite que lo suelen recibir, no lo ven como un requisito para poner en marcha los trámites: «el cine es ficción y así debe ser respetado. Por tanto, si un productor quiere que vuele un dragón por los tejados de Osuna, nuestro papel es hacerlo posible». Rosado no exagera -ATENCIÓN, SPOILER- esto sucedió en la quinta temporada de Juego de Tronos, cuando Daenerys sobrevolaba la plaza de Toros de Osuna, en Sevilla.

España ha acogido tradicionalmente muchas producciones extranjeras: «aquí se han rodado a lo largo del S XX importantes títulos que forman parte de la historia del cine». En nuestro país se han rodado películas de la talla de Fast and Furious, Exodus, El dictador, Furia de Titanes, Vicky Cristina Barcelona, Camelot, o series como Penny Dreadful o la ya mencionada Juego de Tronos». ¿Apuestan por cuál será la siguiente?

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