La cesta de la compra del colectivo LGTBI: preservativos, bebidas alcohólicas y productos ‘Bio’

LGTBI
La bandera LGTBI.

A veces, cuando estamos en la cola del supermercado, nos entretenemos mirando qué lleva en la cesta de la compra la persona que tenemos delante. Para algunos no podrá faltar la bollería industrial ni las patatas, mientras que otros no entenderán su compra sin verduras. Si hablamos del colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI), lo que no faltarán serán productos de marca, alimentos Bio y las últimas novedades del mercado, según el informe Consumo con Orgullo elaborado por Nielsen.

Y fíjense bien, porque este colectivo se perfila como un early adopter, o lo que es lo mismo: los consumidores pioneros en comprar los productos más innovadores. Es decir, la cesta de la compra del colectivo LGTBI es solo un reflejo de lo que será la nuestra en uno o dos años.

El consumidor LGTBI es un 40% más sibarita que el heterosexual: en su cesta de la compra hay productos gourmet. Además, son fans de las marcas y no suelen cambiar de tienda para encontrar los alimentos más baratos ni las ofertas. Es más, las marcas blancas de los supermercados no suelen encontrarse en su carrito de la compra: consumen un 19% menos que los heterosexuales.

En su cesta de la compra tampoco faltan las bebidas alcohólicas de alta graduación, isotónicas y energéticas, por su estilo de vida tan activo. E igualmente frecuentes son los preservativos.

Ser sibarita y fan de las marcas se puede explicar por una sencilla razón: tienen un alto poder adquisitivo. «Es un colectivo que, en general, tiene menos cargas familiares que el heterosexual, lo que hace que independientemente de si su nivel económico es alto o bajo tenga una mayor renta disponible para gastar y por tanto un alto potencial para las marcas», explica a OKDIARIO Carmen Hernández, una de las responsables del estudio.

E-commerce y productos saludables

Aunque eso sí, antes que recorrer los pasillos del supermercado, más de la mitad -un 63%- prefieren hacer la compra por Internet. La tecnología y el colectivo LGTBI van de la mano: compran un 11% más online que los heterosexuales y si se trata de la compra, la diferencia es aún mayor, alcanzando el 39%.

El mito que acompaña al colectivo LGTBI parece confirmarse con este estudio: se cuidan más y rinden culto a su cuerpo, de hecho muestran una tendencia a ponerse a dieta para conseguir la figura deseada. Aunque el principal motivo por el que hacen deporte es la salud, 4 de cada 10 lo practican por razones estéticas.

Algo que va íntimamente ligado al cuidado de su alimentación: los productos bio no faltan en su cocina y los consumen casi cuatro veces por semana. También son imprescindibles los alimentos sin lactosa, las bebidas vegetales o los productos enriquecidos. «Sus intereses y estilo de vida les lleva a realizar mayores consumos en determinadas categorías, entre los que están los productos bio/ecológicos, productos saludables, higiene y belleza», afirma Hernández.

El dinero, destinado al ocio

La salud es una de sus principal preocupaciones y por ello, los preservativos son productos que están presentes en su cesta de la compra. El colectivo LGTBI cuida su salud sexual: compran un 35% más que los heterosexuales. Y más aun si son sénior: compran un 113% más que los hetero.

Al margen de la salud, el dinero cobra mucha fuerza cuando hablamos del colectivo homosexual. Eso sí, sus ahorros van destinados a viajes, compras y ocio; mientras que los hetero ahorran «para afrontar posibles imprevistos el día de mañana».

En el ocio no hay diferencias con respecto a la edad. Tanto sénior como jóvenes gastan su dinero en disfrutar. De hecho, lo más curioso es que este perfil ‘Peter Pan’ ofrece particularidades como que «un 41% más de séniors salen de bares y discotecas, e incluso un 61% más acude a festivales de música».

Y es que en su cesta de la compra tampoco faltan las bebidas alcohólicas y energéticas: compran un 24% y 20% más de este tipo de productos que los heterosexuales.

Lejos de pensar que se puedan sentir discriminados, en Nielsen cree que este estudio es «un paso más en la normalización e integración social. De hecho el estudio se ha llevado a cabo con total normalidad, la tasa de respuesta ha sido muy buena desde el primer momento, lo que demuestra un avance al sentirse libres y cómodos contestando el cuestionario», comenta Hernández.

Descubriendo sus gustos e intereses, se da una pista a las marcas para llegar a este colectivo. «Conocerles va a permitir a los fabricantes  saber cómo comunicar con ellos, en dónde y de qué manera».

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