TODAVÍA NO HA APROBADO LAS CUENTAS DE 2016

Isolux se parte en 3: una empresa sana, otra con obras sin fondos y la tercera para activos tóxicos

Isolux
Sede de Isolux Corsán (Foto: ISOLUX CORSÁN).

Isolux ha decidido separarse en tres empresas para evitar la quiebra y garantizar su viabilidad. Una de ellas agrupará los proyectos más viables y dará continuidad al actual grupo de construcción y servicios, que quedará así listo para ser vendido o abrirse a la entrada a un nuevo socio.

Esta «nueva Isolux», o «Goodco», que surja del proyecto de segregación, habrá no obstante recortado a más de la mitad, en un 60%, su dimensión y su negocio, y también su plantilla, respecto a la actual.

Una vez aprobado el plan de viabilidad, el consejo de Isolux se centrará ahora en la consecución de un socio que garantice el que será segundo rescate de la compañía tras el que pactó con sus bancos en julio de 2016, por el que las entidades tomaron su control.

Por contra, dada la complejidad del plan de viabilidad y su impacto en el balance del grupo, el consejo de administración de Isolux ha vuelto a posponer, por tercera vez, el análisis y aprobación de las cuentas de la compañía de 2016. No obstante, prevé una nueva reunión antes de que concluya el presente mes de mayo para ratificarlas. La compañía actualmente está en preconcurso de acreedores. 

En cuanto al nuevo plan, la firma sana integrará los proyectos del grupo que son viables, esto es, aquellos dado que tienen o generan caja positiva. Se trata de 204 contratos repartidos en trece países, del total de 400 de suma la compañía.

La nueva empresa generará una facturación de unos 500 millones, en comparación a la cifra de negocio de 2.230 millones de euros registrada en 2015, últimas cuentas completas de la empresa, y la de 767 millones del primer semestre de 2016.

En el plano laboral, conservará 1.000 empleados, si bien podría asumir otros 1.000 y quedarse así con el 40% de su actual plantilla de 5.000 trabajadores, en caso de que alguno de los proyectos que se aparquen en las otras dos sociedades se conviertan en viables y pasen a la firma principal.

En cuanto a las otras dos sociedades en que se dividirá la actual Isolux, la segunda de ellas congrega las obras que requieren financiación adicional para terminarse, si bien estos recursos son inferiores al riesgo asociado a garantías y avales. Los gestores del grupo contemplan la posibilidad de que proyectos de esta firma que resuelvan su necesidad de liquidez pasen, junto con sus correspondientes trabajadores, a la primera empresa, a la ‘nueva Isolux’.

En cuanto a la tercera firma, será en la que se aparquen los activos tóxicos y problemáticos, además de los que Isolux ya tiene en proceso de desinversión desde su primer rescate, el pactado con sus bancos en julio de 2016.

Respecto a los trabajadores que no forman parte de la «nueva Isolux», todos ellos vinculados a distintos proyectos, seguirán asociados a los mismos en caso de venta o traspaso a otros socios. No obstante, la compañía no descarta nuevos ajustes de plantilla, que se añadirían al realizado el pasado año para 435 efectivos.

En un comunicado, Isolux asegura que este plan de viabilidad, diseñado en colaboración con Alvarez & Marsal, tiene como «objetivo mantener el mayor número posible de puestos de trabajo». Además, busca «limitar los riesgos asociados a las garantías en vigor y facilitar la continuidad de la empresa a través de los proyectos que tienen viabilidad operativa y financiera».

Los gestores de la compañía deben cerrar todo este proceso antes de del próximo 5 de agosto, fecha en la que concluyen los cuatro meses que la empresa se dio para reestructurarse cuando el pasado mes de marzo se acogió a la Ley Concursal.

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