Tirón de orejas del FMI a Draghi: los bajos tipos de interés son una amenaza para los bancos

El BCE en la encrucijada: reprimir la inflación o dar un respiro a la banca
Christine Lagarde, presidenta del BCE

Tirón de orejas del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Mario Draghi, presidente del BCE. El organismo liderado por Christine Lagarde ha advertido de que un escenario de bajos tipos de interés puede llegar a representar una amenaza para la estabilidad del sector financiero. Esta mañana ha sido el banquero italiano el que ha asegurado que los tipos de interés se van a quedar como están por un tiempo prolongado.

«Si los tipos más bajos se ven acompañados del aplanamiento de la curva de rentabilidades, los bancos y aseguradoras probablemente sufran», reconoce la institución en su ‘Informe de Estabilidad Financiera Global’. Y no solo eso, advierte además, que «en tal escenario económico» los cambios en la estructura del sector financiero «probablemente tendrán consecuencias para la estabilidad».

Mario Draghi ha asegurado en una conferencia en Alemania que no hay razones para cambiar la política monetaria actual del BCE. El líder del organismo europeo ha señalado que los tipos de interés van a seguir en el mismo nivel por un tiempo prolongado. De esta manera, Draghi no se deja influenciar por la senda que está tomando Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal (Fed). 

De hecho, en su análisis apunta que, a pesar de que los bajos tipos de interés pueden impulsar las ganancias de la banca en el corto plazo, «dañan la rentabilidad» una vez que caen por debajo de un particular umbral positivo. «Los bancos más pequeños, menos diversificados geográficamente y financiados con depósitos serían los más perjudicados en tal escenario», añade.

De este modo, el FMI considera que la persistencia durante un periodo prolongado de un entorno de bajos tipos de interés representaría «un reto considerable» para las entidades financieras y advierte de que en el largo plazo conllevaría «cambios significativos» en los modelos de negocio de bancos, aseguradoras y fondos de pensiones, así como en el tipos de productos ofertados.

La institución apunta el riesgo añadido derivado de la combinación de elementos estructurales de una más lenta evolución, incluyendo el envejecimiento de la población y la ralentización del crecimiento de la productividad, algo común en muchas economías avanzadas, lo que podría generar un entorno estable de menor crecimiento y menores tipos de interés nominales y reales.

«El envejecimiento de la población y la cada vez mayor longevidad probablemente afecten significativamente a la asignación de activos y a la demanda de servicios bancarios y de seguros, mientras la menor productividad lastrará la demanda de crédito e intermediación financiera», subraya.

De este modo, el FMI advierte de que en tales circunstancias las compañías de seguros de vida y los fondos de pensiones tendrían por delante un prolongado desafío en su transición hacia la rentabilidad y la solvencia, apuntando que «probablemente sería necesario capital adicional».

Asimismo, alerta de que en este escenario la presión sobre los bancos más pequeños podría provocar su consolidación entre ellos o con entidades más grandes, mientras que la caída de la demanda de crédito derivada del envejecimiento de la población y la menor productividad provocaría una bajada de la concesión de préstamos y una evolución de los modelos de negocio hacia servicios basados en el cobro de comisiones y de servicio público.

Lo último en Economía

Últimas noticias