Los riesgos de piratear a BlablaCar: viajar sin seguro, quedarse tirado y perder el equipaje

BlablaCar
Imagen promocional de BlablaCar.

BlablaCar pone en contacto a personas que quieren realizar un trayecto común por carretera y coinciden para hacerlo el mismo día, pero se ha topado con un clásico de nuestro país: la picaresca. Cada vez son más los usuarios que utilizan la aplicación sólo para ponerse en contacto con el conductor y cerrar el viaje por su cuenta para ahorrarse los gastos de gestión, pero eso tiene consecuencias.

BlablaCar llegó a España en 2010 y a día de hoy es la mayor red social de viajes de larga distancia en coche compartido con más de 40 millones de usuarios en 22 países (3,5 millones en España). Pese a los intentos de la compañía por tratar de evitarlo, el número de personas que cierra un trayecto por su cuenta, al margen de BlablaCar, va en aumento. Incluso existen multitud de grupos de Whatsapp que funcionan de modo similar que la citada aplicación para evitar pagar el coste adicional de la reserva.

«Yo suelo viajar hasta Oviedo y me ahorro casi cinco euros de gastos de gestión en cada viaje. Entre ida y vuelta me acabo ahorrando diez euros», señala uno de los usuarios a los que este periódico ha preguntado. Sin embargo, ese mismo cliente y varios más consultados aseguran desconocer a qué se exponen al renunciar al amparo de BlablaCar o de cualquier plataforma similar.

BlablaCar y AXA tienen un acuerdo en España por el que se incluye un seguro adicional sin coste alguno para todos sus usuarios. Las coberturas de asistencia en viaje y garantía de llegada a destino, de accidentes con capital adicional, de protección jurídica ante posibles incidentes y de objetos olvidados se incluyen de forma automática en todos los viajes gestionados a través del sistema de reserva online de la compañía.

Pero, ¿cómo se calculan los gastos? Pues en función de la aportación que el conductor establece para el viaje. El importe que aparece a lo largo del proceso de reserva, desde los resultados de búsqueda hasta la sección de pago, ya refleja estos gastos y su IVA correspondiente.

De este modo, la reserva a través de la aplicación complementa la protección ofrecida hasta ahora por el seguro obligatorio del conductor. Sin embargo, en caso de que el viaje se cierre al margen de Blablacar, estas coberturas desaparecen, lo que supone un riesgo.

BlablaCar no compite de forma desleal

Tras años de polémica en torno al negocio de la compañía, a principios de mes, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid determinó que Blablacar no compite de forma desleal con las compañías de transporte tradicionales.

El juez Andrés Sánchez Magro desestimó la demanda interpuesta por la Confederación de Transporte por Autobús (Confebús) al entender que la plataforma realiza una actividad ajena a la regulada por la Ley de Transporte Terrestre.

Según el juzgado, BlaBlaCar se ha limitado siempre a generar una plataforma para poner en contacto a particulares «que quieren realizar un viaje juntos y compartir determinados gastos», pero no a organizar el transporte, ya que los conductores «no están contratados, ni pertenecen a una empresa o a una industria dedicada a este fin».

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