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La mejor estrategia inversora para sobrevivir en 2017 a Donald Trump

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Donald Trump firma un decreto en el despacho oval de la Casa Blanca. (Foto: AFP)

Divisas

Creo que el dólar estadounidense (USD)seguirá estando fuerte, pero la economía de EEUU no puede permitirse subidas considerables de su divisa y la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) actuará para debilitarlo si se apreciase sustancialmente como ha hecho en el pasado (y ha declarado Donald Trump recientemente).

El euro se mantendrá débil, en un rango entre la paridad con el dólar y 1,08. Si aumenta el riesgo de ruptura de la eurozona puede caer por debajo de la paridad, si no se materializa ese riesgo, incluso podría superar el 1,08.

La libra esterlina también se mantendrá débil por la incertidumbre que genera el Brexit. El Yen seguirá en la dicotomía entre divisa refugio y la depreciación por la política monetaria del BoJ.

Por su parte, el yuan seguirá devaluándose por las perspectivas de desaceleración de la economía china y por el estrecho margen razonable que tienen las reservas en divisas para seguir cayendo.

Y el peso mexicano seguirá golpeado por la incertidumbre de las políticas económicas de EEUU respecto del país y por las perspectivas económicas negativas de su economía.

Clases de activos

• El Cash (liquidez) en las carteras amortiguará la volatilidad, pero prefiero buscar rentabilidad en estrategias alternativas descorrelacionadas o/y de baja volatilidad.

•  En los bonos soberanos no hay rentabilidad salvo los denominados en dólares y hay que tener mucha cautela, por lo que exige mantener duraciones cortas en la exposición a todo tipo de renta fija

•  Los bonos corporativos de alta calificación (Investment Grade) son los mas afectados por subidas de tasas de interés. Los bonos de alto rendimiento (High Yield) estarán menos afectados que los Investment Grade por las subidas de tasas, y si no hay una fuerte desestabilización financiera son la mejor alternativa, aunque habrá que mantener duraciones cortas y hacerlo preferiblemente a través de fondos o si tiene mucho capital como para diversificar, comprar y mantener. Lo mismo opino de la deuda emergente corporativa de corta duración en divisas fuertes, es un activo a mirar con mejores ojos.

• Los bonos convertibles en acciones pueden tener un buen desempeño, aunque estará totalmente vinculado a la evolución de las bolsas.

• La renta variable en EEUU está cara, pero si bajan los impuestos mejorarán beneficios. Ya está metido en precio parcialmente este escenario, y el consenso espera mejoras de beneficios por acción superiores al 10% este año. Demasiado optimista en mi opinión. Creo que es más probable que como mucho aumenten entre un 6% y un 8%. Se siguen manteniendo altos los riesgos a medio plazo sobre los beneficios por la fortaleza del dólar, el aumento de los costes financieros y la presión en márgenes derivada del aumento de costes. Una política proteccionista podría también lastrar las ventas y aumentar los costes de forma importante. Pero el impacto de una bajada de impuestos tan considerable (una de las mejores medidas de Trump) se tiene que notar en los beneficios a corto plazo.

• La renta variable en Europa estará condicionada fuertemente por las negociaciones del Brexit y el resto de citas electorales, que mantendrán los flujos especulativos, pero impedirán que compre el inversor más institucional y de largo plazo hasta que se aclare la situación política. Está más barata la bolsa europea que la de EEUU, pero siempre ha estado muy correlacionada en las caídas de precios con la norteamericana. Respecto de los beneficios ídem, el consenso espera subidas superiores al 10% y pienso que si todo va bien podrá ser de un 6% por lo riesgos a la baja del segundo semestre.

• La renta variable de Japón solo es una opción con la divisa cubierta. Si devalúa el yen compensará el efecto de la divisa, como en los últimos meses. La incertidumbre de la economía japonesa y el grado de impacto que tiene la situación en China sobre ella, no la hace especialmente atractiva, a pesar de que se prevean mejoras en los beneficios por acción también superiores al 10%.

• Los mercados de renta variable emergentes más baratos que los desarrollados, en episodios de fuerte corrección de los precios son una buena apuesta estructural. En ellos si es posible obtener beneficios de doble dígito a largo plazo, con el permiso de China, claro está.

• Las inversiones sectoriales seguirán siendo las de mejor comportamiento (siempre que se acierte con el sector), pero compaginando el posicionamiento cíclico con el defensivo para tener mejor rentabilidad / riesgo en los momentos de volatilidad. De los que se espera mejor comportamiento de los beneficios son: el sector energético, el de materiales, tecnología, financiero y consumo discrecional. Los que peor comportamiento se espera son: el sector eléctrico, telecomunicaciones, industria y consumo básico.

•  Respecto de las materias primas, los precios del petróleo seguirán teniendo cierta presión alza relativa. El oro y los metales preciosos, tras corrección de los últimos meses, son una alternativa interesante para ir acumulando posiciones a la espera de aumentos de volatilidad, episodios de crisis de liquidez, y también como cobertura ante la posibilidad de aumentos de inflación mayores de lo esperado. El resto de metales industriales parece que han formado un suelo en los precios durante los últimos años de cara al largo plazo, pero su tendencia es al estancamiento hasta que se aclaren las sombras sobre la economía china y sobre el comercio mundial, amenazado por una espiral proteccionista.

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