Montoro se mantiene al frente de Hacienda para diseñar los ajustes y la financiación de las CCAA

Presupuestos
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. (Foto: EFE)

Cristóbal Montoro va a seguir siendo ministro y lo será de la cartera de Hacienda y Función Pública. Aunque las competencias en materia de Administraciones Públicas pasan a Presidencia, será el encargado de diseñar el nuevo modelo de financiación autonómica y establecer el programa de ajustes para cerrar la brecha fiscal, una tarea en la que deberá coordinarse con el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos.

De esta forma, aunque algunas quinielas situaban a Montoro fuera del Ejecutivo, el presidente ha premiado la dura labor realizada por el ministro, que ha tenido que lidiar con los gobiernos regionales para lograr que se acercaran a los objetivos presupuestarios.

Durante la pasada legislatura creó el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), que ha permitido que las comunidades autónomas no se vean obligadas a acudir a los mercados para financiarse. A cambio, los ejecutivos regionales han tenido que ajustarse el cinturón y, por primera vez desde 2007, cerrarán el año dentro de las pautas fiscales marcadas por Hacienda.

El principal reto que tiene el ministro en el corto plazo es la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2017, una vez que se fije el techo de gasto y se de el pistoletazo de salida a la tramitación parlamentaria del proyecto de ley.

Hasta que el arco parlamentario de luz verde al texto (lo que no ocurrirá hasta el próximo año) estará en vigor la prórroga de las cuentas públicas de este año, lo que será necesario aprobar por decreto la subida salarial a los funcionarios y la revalorización de las pensiones.

La reforma de la financiación autonómica será la gran labor que deberá realizar el ministro, una vez que se ha constatado el fracaso del anterior modelo que diseñó el Gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero. Montoro ya ha iniciado los contactos para avanzar en esta materia, aunque las negociaciones comenzarán en serio en la próxima Conferencia de Presidentes.

Mariano Rajoy ya ha anunciado que convocará a los máximos responsables autonómicos para empezar a confeccionar un nuevo modelo «estable y suficiente», que será capitaneado por el ministro de Hacienda. No obstante lo más urgente en estos momentos, es establecer el citado techo de gasto para que las comunidades autónomas puedan elaborar sus Presupuestos.

Todo esto se pondrá sobre la mesa en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que podría celebrarse en primera quincena de noviembre, momento a partir del cual comenzará el tira y afloja con los responsables regionales para reformar el sistema de financiación y establecer los límites de déficit público para el próximo año. Después Montoro se reunirá con los consejeros de Hacienda de las CCAA en encuentros bilaterales para profundizar en los detalles del cambio de modelo.

Equilibrio de cuentas y política fiscal

El ministro de Hacienda deberá también replantear el sistema fiscal español y reconsiderar, a la vista de la evolución de los ingresos, si cumple su compromiso electoral de bajar otra vez el IRPF. En concreto, el PP concurrió a las elecciones con la promesa de rebajar dos puntos el IRPF a todos los ciudadanos, de tal manera que el tipo mínimo pasaría del 19% al 17% y el máximo, del 45% al 43%.

Los populares también se comprometieron durante la campaña electoral a mejorar los mínimos personales y familiares exentos en el tributo, a «recompensar» el ahorro y la inversión, y a dejar exentos del pago del IRPF a los jóvenes el primer año de su primer empleo.

En cuanto al Impuesto sobre Sociedades, el Ejecutivo es consciente de que España tiene un problema con este tributo, que se ha acentuado con la rebaja que se aplicó en 2015 y en parte de 2016 y que, posteriormente, tuvo que revertir el Gobierno estando en funciones ante el desplome de los ingresos. Así, el incremento del pago fraccionado, que entró en vigor en octubre, se mantendrá de manera indefinida y, al menos, hasta que España logre rebajar su déficit por debajo del 3% (hasta 2018). La gran duda es qué pasará con el IVA.

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