El juego de los ‘venture capital’

En los últimos tiempos están llegando a la opinión pública las quejas de pequeñas startup que comenzaron negociaciones con diferentes inversores de Venture Capital (capital riesgo) para conseguir la necesaria financiación para desarrollar su proyectos y se han encontrado no solo con que no les llegaba la inyección económica que les habían prometido sino que, en algunos casos, les habían copiado la idea. Eso no es nuevo para nosotros.

Feelcapital inició su andadura en el año 2012. En ese proceso, hasta que la CNMV aprobó el primer ‘robo advisor’ español en julio de 2014, tuvimos mucha relación con todo tipo de financiación. Inicialmente conseguimos financiarnos con, como se conoce en la jerga, “friends, fools and family” –amigos, “tontos” y familiares-, para poder iniciar nuestra andadura como EAFI.

Posteriormente, viendo la potencialidad del negocio, empezamos a buscar a otro tipo de inversores interesados en participar en una nueva empresa disruptiva, innovadora, que tenía como objetivo principal cambiar el mundo de los fondos de inversión en nuestro país. De esta forma nos dirigimos a diversos Venture Capital, pero nos encontramos ante un gran problema.

Especialmente en España, porque en otros países esto no ocurre, algunos Venture Capital actúan como empresas que más que dar financiación a compañías de nueva creación lo que buscan es pagar poco, o incluso nada, por sus ideas.

La fórmula es sencilla. Primero te ponen bastantes pegas antes de recibirte, luego te llaman para que les cuentes tu plan de negocio y un buen día no vuelves a saber nada de ellos hasta que te llega la sorpresa: me han copiado todo desde la A hasta la Z. Nuestra experiencia ha sido bastante desagradable porque no te esperas que gente, a priori, seria y con un extenso bagaje profesional se dedique a copiar como los malos estudiantes. Estos personajes ambiciosos y sin escrúpulos no dudan en aprovecharse del trabajo de los demás, especialmente el de los jóvenes a los que atraen con cantos de sirena.

Creemos que en España estos Venture Capital tienen que dar un gran cambio e irse a modelos como los que funcionan en Estados Unidos o en el resto de Europa, donde aunque se firme un NDA o acuerdo de confidencialidad entre compañías lo que realmente cuenta son las personas honestas y honradas.

Aquí no se debería consentir que estas prácticas sigan sucediendo. Si se firma un acuerdo debe cumplirse, y no usar argucias y resquicios legales para hacer todo lo contrario y beneficiarse del esfuerzo y el talento de los demás. Es difícil demostrar ante los tribunales este tipo de conductas, y más cuando hay nuevas tecnologías de por medio, pero hay que acudir a ellos si personas sin escrúpulos pretenden jugar con el futuro de nuestros jóvenes emprendedores. Es la Justicia la que debe poner todos los medios para que estas prácticas no se repitan.