El Ibex 35 deja de confiar en Deloitte para auditar sus cuentas

Como ya adelantó OKDIARIO, las 35 compañías que componen el Ibex han dejado de confiar en la consultora Deloitte, históricamente la auditora más reclamada por las grandes compañías españolas. Sin embargo, la crisis reputacional de la firma ha terminado perjudicándole hasta el punto de que ha pasado a un segundo plano como auditor de cuentas del Ibex, con el consiguiente adelantamiento de PwC, KPMG e incluso Ernst & Young.

Y es que, de las 35 compañías que componen el selectivo, apenas encontramos tres que cuentan con Deloitte, y que a priori seguirán haciéndolo en el futuro: hablamos de Abertis, Ferrovial, y Merlin Properties. Además, otras compañías como ArcelorMittal o CaixaBank que, aunque mantienen a la consultora, se encuentran en concurso para encontrar un nuevo auditor.

En apenas un año, Deloitte ha pasado de auditar a casi a la mitad de las empresas del selectivo (16), a ‘vigilar’ las cuentas de apenas tres; con lo que ha perdido cuatro quintas partes de sus clientes del Ibex 35. Pese a todo, las ‘big four’ (Deloitte, EY, KPMG y PwC) siguen liderando el mercado de la auditoría y llevan nueve de cada diez empresas del selectivo español.

Rápido descenso

Si el año pasado eran dieciséis las empresas que contaban con Deloitte, en enero de 2016 OKDIARIO ya adelantó que sólo siete seguían confiando en la auditoria que preside en España Fernando Ruiz.

Y lo cierto es que el impacto que supondrá para las cuentas de la firma el fin de la relación laboral es muy significativo. Sirva como ejemplo el peso que tenía el Santander sobre la facturación de Deloitte, a quien abonó más de 75 millones de euros en el último año, incluyendo servicios profesionales aparte de la labor de auditoría.

Teniendo en cuenta que Deloitte ocupa el primer lugar en la lista de auditoras por facturación, con una cifra de negocio de 650 millones de euros y que la segunda en el ranking es PwC, con 464 millones de euros, la salida de dos grandes compañías del negocio auditor de Deloitte sería suficiente para hacerle perder el liderazgo en volumen de ingresos, y todo hace indicar que se sumarán más empresas al rechazo de Deloitte.

Crisis reputacional

Ahora, en 2016, el descrédito de la firma se produce por su papel en algunos de los escándalos financieros más sonados de los últimos tiempos. Deloitte volvió a saltar a la actualidad con la crisis de Abengoa, ya que ha sido la encargada de fiscalizar las cuentas de la empresa sevillana en los últimos tres años, recibiendo 20 millones de euros sin poner objeciones que hicieran sospechar que la compañía iba directa a la quiebra. Tan solo se pronunció semanas antes de que Abengoa diera el primer paso para solicitar el concurso de acreedores.

No es el único caso que afecta a Deloitte. La consultora avaló las cuentas de Bankia en su salida a Bolsa sin detectar el agujero económico del banco, que ha terminado necesitando más de 22.000 millones de euros de dinero público. De hecho, la auditora fue sancionada con 12 millones de euros por el Gobierno (a través del ICAC) y se quedó a las puertas de la imputación penal.