EL RETO DE LA FINANCIACIÓN

Consejos para gestionar una elevada deuda cuando no se puede hacer frente a las cuotas

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Tarjetas de credito. (Foto: GETTY)

Las cuotas a afrontar sobre cualquier tipo de financiación que se ha pedido es una de las mayores cargas que sufre cualquier empresario o particular. Aquello que se ha demandado es, además, el eje central de la vida o de la actividad comercial de alguien.

Por ejemplo, el hecho de dejar de pagar la hipoteca sobre el local comercial que se ha adquirido puede suponer el cierre de la empresa. En un particular, no pagar la hipoteca implica quedarse sin lugar donde vivir. Por lo tanto, cuando uno se encuentra en una situación tal que teme que no podrá hacer frente a estos pagos, la situación es límite. A continuación, mostraremos qué se puede hacer, en el actual contexto, para no perderlo todo.

¿Qué hacer cuando no se puede pagar una deuda?

Algunos de los puntos que se recomienda seguir ante una situación como la explicada son los siguientes:

  • Mostrar el historial de pago: El punto de partida de cualquier negociación será menos desfavorable si en el pasado se ha ido haciendo frente a todos los pagos y mostrado unos ingresos regulares. Aunque, por desgracia, no es garantía de una suavización en la postura de la entidad, es un argumento a intentar esgrimir.
  • Presentar un plan de negocio: Puede que la situación de imposibilidad del impago sea por un bache temporal consecuencia de alguna circunstancia muy concreta que no se había tenido en cuenta o que era muy improbable. En este caso, hay que saber argumentarlo y es conveniente presentar un sólido plan de empresa con datos fiables que muestren que la empresa o persona son sólidas y que podrán, en un plazo determinado, recuperarse y hacer frente a los pagos.
  • Negociar alternativas: Escuchar si el banco ofrece alguna solución para poder pagar de una forma distinta lo que se debe. Normalmente, consiste en una línea de crédito a corto para hacer frente a los gastos recurrentes del día a día o a una ampliación del plazo de pago (normalmente, a cambio de una subida de los intereses).
  • Pedir ayuda al entorno: Encontrar entre familiares y amigos aquel capital necesario para afrontar la deuda.
  • Conseguir algún tipo de quita: Se da especialmente en las empresas más grandes que mueven volúmenes de deuda y negocio muy importantes. La entidad prefiere asegurarse el cobro de una parte consciente que le será imposible recuperar el total de lo prestado. No es habitual que suceda en los casos de pequeñas empresas o particulares.
  • Negociar una dación en pago: Consiste en ofrecer al banco la propiedad a cambio de la cancelación total de la deuda. La actual legislación no obliga a la entidad financiera a aceptar la dación en pago en caso que la persona que tiene la deuda la solicite. Por lo tanto, el deudor puede encontrarse que ha perdido aquello financiado y que, además, tenga que soportar una deuda con el banco.

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