ENTREVISTA AL PRESIDENTE DE LOS EMPRESARIOS DE VENEZUELA

“Podemos destruiría empleo en España y habría desabastecimiento de alimentos”

“Podemos destruiría empleo en España y habría desabastecimiento de alimentos”
Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras
Borja Jiménez

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuestionó recientemente unas declaraciones de Francisco Martínez, presidente de la patronal empresarial venezolana (Fedecámaras), de querer derogar el aumento salarial que realizó el ejecutivo nacional el viernes pasado, y que viene realizando constantemente durante el último lustro.

El mandatario venezolano indicó que Fedecámaras durante muchos años saqueó al país, asegurando que las declaraciones de Francisco Martínez no son relevantes, y destacando que Venezuela está viviendo una revolución. “Es una estrategia de defensa del derecho al trabajo, de la estabilidad laboral, de la creación de empleo y defensa del ingreso, de manera continua, permanente”, indicó Maduro.

Y es que el presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, aseguró que el nuevo aumento del salario anunciado por el presidente Nicolás Maduro se “diluirá” en unos cuatro meses, si no se resuelve el problema de la inflación. El empresario consideró necesario apuntar a medidas que estabilicen la economía de país y no a “políticas de guerra”.

OKDIARIO ha localizado a Francisco Martínez, que ha hablado de estos aumentos salariales en Venezuela, pero también de los populismos y, claro, de Podemos. El líder empresarial venezolano advierte a los votantes españoles de la formación de Pablo Iglesias, de la que dice que sus políticas podrían llevar a una situación similar a la de Venezuela, con destrucción de empleo e incluso desabastecimiento.

Nicolás Maduro (Foto: Reuters)
Nicolás Maduro (Foto: Reuters)

Pregunta: Usted ha generado un gran revuelo en Venezuela tras sus duras críticas a las medidas del gobierno de Maduro, que ha vuelto a subir el salario mínimo una vez más.

Respuesta: Desde Fedecámaras seguimos alertando al país y sobre todo al gobierno nacional.  Primero, porque hay que analizar esta medida desde varios aspectos; el primero es la forma inconsulta, sorpresiva y unilateral por parte del gobierno nacional en el incumplimiento de los convenios que tiene firmados la República Bolivariana de Venezuela con la Organización Internacional del Trabajo. Específicamente, el convenio 144, que es el convenio que establece la obligatoriedad de todos los gobiernos de los países a discutir todo lo que rige la materia laboral de los países en el diálogo social o el diálogo tripartito. Eso es de forma obligatoria y no está sucediendo. Pero es que por otro lado está también el convenio número 26, que dice que la implementación y fijación de los salarios mínimos debe ser dentro del ámbito tripartito y debe ser consultado con los trabajadores y con los empresarios. Esa es la primera connotación grave que le vemos a una medida como esta. Venezuela no está cumpliendo con los convenios de la OIT reiterativamente.

«El gobierno se escuda en que todo es una revolución»

En el plano más interno, lo que más nos preocupa es que se vienen estos aumentos salariales y el gobiernos subsana diciendo que esto es una revolución, diciendo que ellos lo que hacen es proteger al pueblo. Y, en aras del pueblo, se están cometiendo los peores errores macroeconómicos del país porque se están estableciendo estos aumentos reiterativos cuyo horizonte no va más allá de cuatro meses. Cuando se revisan los últimos aumentos en los últimos cinco años, se verá que los aumentos se dan con una frecuencia de tres o cuatro aumentos anuales del salario mínimo y eso denota que hay algo que estamos haciendo mal los venezolanos, o el gobierno nacional específicamente, en el plano del manejo de las variables macroeconómicas. Eso denota también que estamos cometiendo los mismos errores que venimos cometiendo desde hace muchos años, pero en esta ocasión se están cometiendo con mayor rapidez y con menor probabilidad de estar tomando las acciones correspondientes para hacer lo mejor para las variables macroeconómicas.

Todo esto, lo que supone es que las empresas y los trabajadores, y por supuesto los consumidores, terminamos pagando el impacto negativo de medidas muy fuertes como esta, pero como no van acompañadas de medidas de ajuste macroeconómico de corte fiscal y monetario entonces, evidentemente, siguen las mismas condiciones críticas, sigue aumentando la crisis, y por ende sigue aumentando uno de los peores flagelos que está aumentando hoy en los venezolanos, que son dos, el desabastecimiento y la inflación.

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El candidato de Unidos Podemos a la Presidencia, Pablo Iglesias (c), junto al líder de IU, Alberto Garzón (i), y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (Foto: EFE)

P: Su principal queja es, además del aumento del salario en sí mismo, el hecho de que se haya hecho sin ningún tipo de consenso.

R: Realmente las medidas de ajuste salarial, siempre y cuando se haga en un marco de diálogo tripartito, donde se defina primero la protección del salario real de los trabajadores de los países, y por supuesto, la protección de los salarios dignos de nuestros trabajadores, está bien. Pero no es el caso.

«Maduro ataca a todo lo privado»

El gobierno tiene que entender que las empresas tienen que tener rentabilidad y generación de riqueza para permitir, no solamente su crecimiento, sino también el pago justo y digno a cada uno de los trabajadores. Eso no tendría mayor problema. Los ajustes salariales tienen que ir en función de la realidad económica del país. El problema de Venezuela es que como están haciendo ajustes salariales de forma unilateral, por mecanismos de corte populista y política, no se están dando cuenta de las implicaciones que eso está trayendo. Ahora que estamos en los Juegos Olímpicos, a las Pymes, que sufren muchísimo este impacto, es como si les estuviesen haciendo una competición de salto de altura, y cada vez les suben más el listón, no van a poder rebasarlo y no podrán pasar el obstáculo. Eso es los que está sucediendo, las Pymes tal vez puedan aguantar un aumento, pero si a los tres meses les vuelven a dar otro aumento, en una situación de recesión como la que atraviesa Venezuela y con unos niveles elevados de inflación, y se le suben los costes a las empresas, les descienden sus ingresos e inevitablemente van a estar perdiendo muchísimo dinero hasta que no les quede más remedio que tomar la peor decisión que toma cualquier empresario, que es cerrar sus operaciones enviando a tus trabajadores a casa, sin ninguna opción. Pero es que también pierde el consumidor venezolano una ventana de libertad, porque el hecho de que cierre esa empresa quiere decir que hay un bien y un servicio que no va a poder ser prestado.

P: En España existe un partido con muchas sinergias con el gobierno venezolano, Podemos, que incluso asesora a Maduro. ¿Advertiría usted al votante español sobre Podemos?

Respuesta: Por supuesto. La advertencia que se le puede hacer al votante español es que en un partido como Podemos, con altos contenidos populistas políticos, no se contempla la necesidad de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores y la rentabilidad de las empresas, por lo que van a tener los mismos resultados que aquí en Venezuela. Nuestra recomendación es evitar que se hagan este tipo de políticas, muchas de forma unilateral, con criterios políticos populistas sin considerar las variables macroeconómicas y las condiciones económicas reales de un país para proteger a los trabajadores y ciudadanos de ese país.

«Podemos no contempla la necesidad de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores ni la rentabilidad de las empresas»

P: Usted ha hablado de desabastecimiento en Venezuela, ¿cree que un partido como Podemos podría llevar a España a una situación similar?

R: Para que se hagan una idea, aquí en Venezuela no solo tenemos a un gobierno que no atiende con la celeridad y con la importancia y de forma estructural los problemas reales del país, sino que tampoco atienden al plano macroeconómico, y eso es algo fundamental. Mi recomendación es que los españoles voten a un gobierno que vigile la estabilidad macroeconómica. Otra cosa que sucede aquí en Venezuela, y que no creo que quieran para España, es el ataque progresivo a la propiedad privada y el cerco que se le ha hecho a la actividad privada del país, algo que afecta a la producción de bienes y servicios, porque han cerrado muchas empresas inevitablemente, y las pocas que están operando lo hacen a un 40% de su productividad real. Hay ataques progresivos por parte del gobierno nacional a la actividad productiva del país, lo que está impactando sobre el abastecimiento.

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El senador de Podemos, Ramón Espinar, en un acto de campaña. (Foto: EFE)

Luego, el gobierno nacional tampoco está cumpliendo con sus verdaderas misiones, que es el tener una infraestructura adecuada que le permita dar la movilidad y los beneficios a toda la población y sus empresas, porque tenemos severos problemas con el sistema eléctrico del país y la distribución de agua potable, lo que también afecta a los ciudadanos y a las empresas. Las empresas no pueden producir con normalidad en Venezuela. A todo esto hay que sumarle las condiciones de seguridad en el país, que es muy precario.

P: ¿Ha intentado el gobierno de Maduro ponerse en contacto con usted para mejorar la situación?

R: No, no, no. Ni tiene la más mínima intención de abrir esos espacios de diálogo, cosa que nos parece lamentable. Los países se desarrollan teniendo un sector privado, que promueva el progreso y el bienestar, y que establezca sinergias con el empresario para promover la producción de bienes y servicios en Venezuela, que es lo que de verdad genera riqueza, condiciones de trabajo decentes y la posibilidad de tener salarios dignos para que puedan educar y alimentar a sus familias.

P: Es usted siempre muy crítico con el populismo…

R: Por supuesto, los populismos, vengan de donde vengan, estén donde estén, son un elemento que atenta sobre la paz, el progreso y el bienestar de la ciudadanía de los países. Nosotros, como empresarios, siempre hemos dicho en Fedecámaras, que el populismo hay que atacarlo y evitarlo a toda costa. Nunca dará beneficios al pueblo porque viene acompañado siempre de una retórica y de unos mensajes políticos que en aras y en nombre del pueblo, termina afectando al pueblo. Terminan con la paz de los países. Son irresponsables y nunca logran los beneficios, y lo termina pagando el ciudadanos.

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