PROGRAMA "EL OBJETIVO" DE ANA PASTOR

Asalto frustado de Sevilla y Garzón contra Guindos en La Sexta, con Garicano como espectador

guindos
De Guindos y Sevilla, junto a Ana Pastor, en el debate económico de La Sexta. (Foto: EFE)

Los primeros espadas de los principales partidos en materia económica se han batido en un duelo que ha confirmado la existencia de dos modelos antagónicos en lo que a propuestas y línea ideológica se refiere. Uno, el liberal-conservador del PP y Ciudadanos, con toques de socialdemocracia europea, y el otro, de corte colectivista defendido a ultranza por Podemos y que ha comprado el PSOE para evitar el temido sorpasso electoral. El vencedor ha sido aquel que ha demostrado con datos la consistencia de las políticas llevadas a cabo en los últimos años, Luis De Guindos, llevando a la economía española a ser una de las locomotoras de Europa.

Los candidatos de Podemos, Alberto Garzón, y del PSOE, Jordi Sevilla, han fracasado en sus ataques al ministro de Economía en funciones. El representante de Ciudadanos, Luis Garicano, ha estado correcto y convincente, aunque durante la mayor parte del debate ha asistido como un espectador a la lucha entre el socialista y el comunista para imponerse en los mensajes de izquierda.

El debate ha tenido lugar en La Sexta, en un especial del programa El Objetivo, que dirige y presenta Ana Pastor. De pie, en atriles, y sin el apoyo de dispositivos electrónicos, la única ayuda que han tenido los participantes han sido los asesores que les han apoyado en los cortes publicitarios. El que más ha intervenido ha sido De Guindos, que sin necesidad de acudir a los papeles, se ha defendido con cifras y datos, acosado por las continuas intervenciones y apelaciones de Sevilla y Garzón, que sabían lo que se jugaban. El que menos minutos ha participado ha sido Garicano, que ha llegado a compartir alguna que otra sonrisa cómplice con el ministro de Economía en funciones.

De Guindos ha defendido la fortaleza de la economía española, que crece a tasas superiores al 3% gracias a las reformas emprendidas en los últimos años. El ministro de Economía en funciones ha dejado claro que lo más importante para no truncar esta senda es mantener la confianza y credibilidad en nuestro país, para lo cual es fundamental mantener el objetivo de estabilidad presupuestaria. Si se siguen estas recetas y se logra un Gobierno estable “seremos capaces de crear medio millón de empleos cada año”, lo que fortalecerá el sistema de protección social, especialmente en materia de pensiones.

«En 2010 el mayor problema de la economía mundial era España»

“Hay que mantener la confianza y la credibilidad en la economía española. En abril de 2012, cuatro meses después de que llegáramos al Gobierno, en una reunión del FMI se planteó cuál era el mayor problema de la economía mundial: España. Desde entonces, el Gobierno ha adoptado muchas medidas, definiendo una nueva política económica, reduciendo el déficit y creando empleo, garantizando la solvencia del sistema financiero. No hemos dejado atrás todos los riesgos, pero estamos en camino de ello”, ha explicado el ministro de Economía en funciones.

Desde el primer momento, el responsable económico del PSOE ha puesto el foco en lo que, a su juicio, considera que es el gran bálsamo de fierabrás que solucionará los problemas actuales: la derogación de la reforma laboral y el aumento del poder de los sindicatos CCOO y UGT en la negociación “entre el patrono y el trabajador”. Con un lenguaje y unas ideas económicas del siglo XIX, Sevilla se ha acercado a las tesis más izquierdistas hablando de la “sobreexplotación laboral” y del “fin del Estado de Bienestar”, intentando arrancar el espacio ideológico al representante de Podemos.

«El gasto en dependencia es hoy 50.000 millones de euros mayor que en 2007»

“España es el único país del mundo que ha recortado dinamitando la negociación colectiva y reduciendo el dinero para la dependencia y eso lo ha hecho un Gobierno muy de derechas”, ha espetado Sevilla a De Guindos, ocultando que hoy en día “el gasto en pensiones y dependencia es 50.000 millones de euros mayor que en 2007”, como le recordó el ministro en funciones. De Guindos repitió esta cifra tantas veces como el responsable económico del PSOE intentó manipular los datos para lanzar su mensaje contra la supuesta austeridad presupuestaria.

Por su parte, Garzón hizo una defensa cerrada de la planificación estatal en materia económica, fiándolo todo a la creación de empleo público con aumentos de recaudación fiscal. El responsable económico de la coalición IU-Podemos dijo que si fuera ministro lo primero que haría es “parar los desahucios a todas las familias que están en situación de necesidad extrema” y lanzar un plan de inversiones para cambiar el modelo productivo desde el Estado.

En medio de esta batalla ideológica, en la que Sevilla y Garzón competían para ver quien es más de izquierdas, el discurso de Garicano fue pausado y coherente, especialmente en la defensa de la iniciativa privada y en la necesidad de no cargar todo el peso fiscal sobre los hombros de las empresas y las rentas medias. No obstante, señaló que lo más importante es mejorar la calidad educativa, para lo cual pidió un pacto nacional. “La educación es la gran asignatura pendiente, porque tenemos el mayor fracaso escolar de la Unión Europea, lo primero que haríamos si llegáramos al Gobierno es, además del pacto, aprobar una ayuda de 1.000 euros por alumno para estudiantes desfavorecidos”, indicó el representante de Ciudadanos.

El PP se queda sólo en las bajadas de impuestos

Además del empleo, la fiscalidad también fue otro tema destacado y De Guindos se quedó sólo en su defensa de una bajada fiscal, en concreto del IRPF. Sevilla y Garzón le acusaron de hacer demagogia y defendieron la aprobación de nuevos tributos y el aumento de los ya existentes. El representante del PSOE admitió que quiere crear un impuesto para financiar las pensiones y anunció que su partido “va a poner en marcha de una vez la imposición ecológica”. Ocultó que en su programa incluye subidas de los impuestos del agua, la electricidad, la gasolina… y el IRPF; un sablazo fiscal en toda regla.

En materia fiscal, Garzón no ocultó que todos los planes de IU-Podemos pasan por elevar los impuestos, ya que su programa se fundamenta en el aumento del gasto público. La formación pretende elevar los ingresos en 3.000 millones de euros anuales “sin afectar a las rentas del trabajo de aquellos que tienen menos”. Sin embargo, en la memoria económica no se especifica qué nivel salarial establece Podemos para iniciar este sablazo fiscal, que es el mismo truco empleado por el PSOE en su programa, tal como avanzó OKDIARIO. En este aspecto, Garicano fue el más realista de todos al señalar que “las mejores políticas sociales son las que se pueden pagar” y admitió que Ciudadanos ha dado marcha atrás en su rebaja de la fiscalidad empresarial. Eso sí, anunció que si gobierna bajará el IRPF en la segunda mitad de la legislatura.

En definitiva, nada nuevo bajo el sol. Se confirma que el PSOE ha abandonado totalmente el espacio de centro y que se ha enrolado en una senda peligrosa que recupera ideas económicas completamente desahuciadas en el ámbito europeo, especialmente cuando el objetivo es mantener la confianza de los inversores para seguir creciendo y creando empleo. Sevilla demostró ser consciente de ello cuando dijo a De Guindos que “Dragui es responsable de una parte del crecimiento de la economía española”, en referencia a la asistencia del Banco Central Europeo (BCE) que evitó la quiebra de nuestro país al final de la era Zapatero. España se juega mucho el próximo 26 de junio, especialmente en materia económica.

Lo último en Economía

Últimas noticias