Lactalis tiene cuatro meses para no dejar a los 85 empleados de Lauki en la calle

Lauki
Trabajadores de la fabrica de Lauki en Valladolid
Borja Jiménez

El próximo 1 de octubre será la fecha límite para que una de las dos grandes empresas interesadas cierre la compra de la fábrica de Lauki. Y es que el 92% de los trabajadores de la productora láctea ha ratificado en una asamblea retrasar el cierre de la fábrica hasta el 1 de octubre, con lo que apenas tendrán cuatro meses para cerrar el acuerdo.

Un acuerdo que parte con dos importantes obstáculos que ha impuesto Lactalis: la compradora no puede pertenecer al sector lácteo ni tampoco puede ser competidora de la propia Lactalis. Dos matices, que reducen mucho los interesados en hacerse con la fábrica de Valladolid, en la que trabajan 85 empleados.

La mejor noticia para estos trabajadores es que este acuerdo paraliza la aplicación del expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la empresa. Si la venta se produce, la plantilla tiene una oportunidad de conservar su empleo, aunque sin garantía plena. Ante la eventualidad de que la fábrica no se venda se han establecido condiciones que CCOO considera «ventajosas» para el personal de Lauki.

Condiciones acordadas para los trabajadores de Lauki

Cabe recordar que Lactalis cuenta con fábricas en las localidades lucenses de Nadela y Villalba, en la leridana de Mollerusa, en Granada, Guadalajara y Madrid, además de las plantas de Industrias Lácteas Vallisoletanas de Peñafiel y Zamora. Con lo que se podría estudiar una recolocación de los trabajadores. Algo a lo que, por cierto, se oponen los propios empleados.

Salvo para los que opten a plazas en éstas dos últimas fábricas, el acuerdo prevé el abono de gastos de desplazamiento y mudanza, así como ayudas para el alquiler y apoyo para la búsqueda de vivienda y colegio para los hijos.

Logotipo de Lauki.
Logotipo de Lauki.

En Peñafiel y Zamora también habrá ayudas, pero más modestas por la cercanía a Valladolid. Las personas recolocadas tienen el empleo asegurado hasta el 10 de octubre de 2018, pero si antes de un año no se adaptan a su nuevo puesto de trabajo pueden recuperar la indemnización y obtener el pago de los gastos originados por la vuelta a casa. El plazo para optar a una de las 87 plazas ofertadas concluye el próximo 20 de junio.

El Acuerdo incluye un completo plan de ayudas para los mayores de 55 años que podrán optar a un Convenio Especial con la Seguridad Social para que no tengan merma en sus cotizaciones de cara a la jubilación y además beneficiarse del llamado «plan de rentas» que les permitirá completar las prestaciones por desempleo con una indemnización aportada por la empresa.

A quienes tengan 63 años o más a fecha del 31 de diciembre de 2016 se les garantizará el 95% de sus percepciones, a los de 60 y 61 años el 90%, a los de 58 o 59, el 80%, hasta la edad de 65 años. Para las personas de 57 años, el porcentaje de compensación será del 75% y para los de 55 y 56 años se ha establecido en el 70% salario, pero hasta la edad mínima de jubilación que son los 63 años. Tanto las bases de cotización como las compensaciones salariales se incrementarán un 1 por ciento anual para que no pierdan poder adquisitivo.

CCOO: «Hemos logrado un buen acuerdo, pero será mejor si hay un comprador»

Finalmente, las personas que no puedan optar a las ayudas para mayores de 55 años y no se recoloquen por diversas causas se establece una indemnización correspondiente a un despido improcedente que, hasta la reforma laboral de 2012, comprende 45 días por año trabajado con una limitación de 42 mensualidades y tras la reforma, 33 días por año trabajado con una limitación de 24 mensualidades.

El máximo será de 720 días de indemnización y, además, recibirán un pago lineal de 5.000 euros. El ERE presentado por la empresa establecía un despido procedente por causas organizativas que supone una indemnización de 20 días con una limitación de doce mensualidades, por lo que CCOO considera que «se ha logrado un buen acuerdo y que será mejor aún si se logra un comprador» como esperan.

Los trabajadores no quieren mudanzas

OKDIARIO se ha puesto en contacto con varios trabajadores de la fábrica. “Nosotros estaremos contentos siempre y cuando sea una empresa que quiera continuar con el futuro en Valladolid y que sea seria”, señala uno de ellos. Con lo que la mayoría de los trabajadores rechazan frontalmente la idea de una mudanza y sólo conciben mantener una fábrica que, según explican, es rentable y cuyas máquinas están en perfecto estado y amortizadas.

Los corrillos de trabajadores apuntan a Martínez o Deoleo como potenciales compradores

“Sabemos que hay una empresa seria, que está muy involucrada y que quiere tirar esto hacia delante. Una, que yo sepa”, explican. Pero lo cierto es que apenas se conocen detalles de la empresa interesada. Aunque sí hay especulaciones: se ha rumoreado que el fabricante de bollería industrial Martínez, o incluso la aceitera Deoleo, han mostrado interés por la fábrica.

Pero no sólo se han acercado importantes empresas del sector alimentación, también fondos buitre. “Ha habido fondos buitre que han venido a especular. Pero eso no lo queremos. Bastante hemos estado haciendo fuerza para que esto continúe como para que ahora nos pongan en manos del primero que pase. Pero nosotros confiamos en las administraciones”, explican los trabajadores.

«Si es una empresa que no les hace competencia y siguen sin vender, sería un acto de mala fe»

“Van a apostar porque sea una empresa con futuro y que los trabajadores que nos quedemos lo hagamos con las mismas condiciones que tenemos ahora”, señala confiado un empleado. “Nosotros queremos continuar, que nos vendan, mantener las condiciones, y seguir muchos años aquí”, concluye.

“Tienen que darse cuenta de que esto se quedaría como un solar. Si le pueden sacar dos duros mejor que nada. Muchas de las máquinas y de las instalaciones están ya súper amortizadas. Lo suyo es dárselo a alguien que le pueda sacar partido. Esta gente no quiere dinero, eso les sobra. Si es una empresa que no les hace competencia, y siguen sin vender, sería un poco de mala fe”, explica a OKDIARIO José Manuel González, presidente del comité de empresa de Lauki.

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