Puig montará un sistema ilegal de reciclado para acabar con la gestión de envases de Ecoembes

Ximo Puig amnistía
Pedro Sánchez y Ximo Puig en una imagen de archivo.

El pasado 18 de mayo, la consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat valenciana, Elena Cebrián, dejó claro que su objetivo es que en 2018 pueda «empezar a funcionar» el nuevo sistema de retorno de envases (SDRR) en el que el consumidor abone una cantidad de dinero que le es devuelta al reciclar el recipiente.

Para implantarlo, la Generalitat de Valencia debería incumplir la Ley  de Residuos de 2011, la cual recoge que únicamente se puede modificar el sistema de reciclaje mediante real decreto aprobado en el Consejo de Ministros. Según ha podido saber OKDIARIO, Ecoembes, la sociedad que gestiona los residuos en España desde 1996, se encontraba reunida con el Gobierno valenciano al cierre de la edición de este martes.

Además, dicho cambio sólo puede llevarse a cabo «teniendo en cuenta los principios generales de precaución y sostenibilidad en el ámbito de la protección medioambiental, viabilidad técnica y económica, protección de los recursos, así como el conjunto de impactos medioambientales sobre la salud humana, económicos y sociales».

El sistema se basaría en colocar en los comercios un depósito (una máquina) para reciclar determinados envases (agua, zumos, cerveza y refrescos) en los formatos de vidrio, plástico, lata y tetrabrik. Es decir, el peso del nuevo e ilegal sistema recaería sobre los propios comerciantes.

Envases de plástico y vidrio (Foto: GETTY).

Ecoembes asegura que detrás de esta iniciativa promovida por grupos ecologistas se encuentra el interés de una empresa noruega llamada Tomra, que es quien vende las máquinas de recogida de envases.

“El SDDR solo sirve para recuperar los envases de agua, bebidas refrescantes y cervezas, sean de plástico o latas de metal”, explican desde Ecoembes. Es decir, cualquier otro tipo de envase, como sprays, cajas de cereales, de zapatos, latas de conserva, envases de gel y champú o frascos de cosméticos, entre muchos otros, “no los puede reciclar”.

Ecoembes señala, además, el SDDR obliga al ciudadano a “adaptarse a los horarios de los establecimientos” y a sufrir un coste “ocho veces superior” al del sistema actual.

Valencia no es un caso único

El interés de multitud de gobiernos en coalición del PSOE y Podemos en adoptar este sistema es conocido desde hace meses, tal como adelantó OKDIARIO. No obstante, en un primer momento la intención era presionar al Ejecutivo de Mariano Rajoy para modificar la Ley de Residuos, no saltárserla como pretende hacer Ximo Puig.

Contenedores de reciclaje (Foto: GETTY/ISTOCK).
Contenedores de reciclaje (Foto: GETTY/ISTOCK).

Pero no sólo en Valencia se atreven a desobedecer la ley. El conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Gobierno balear, Vicenç Vidal, llegó a encabezar el pasado mes de enero una delegación que se desplazó Düsseldorf. Allí, junto a la asociación Retorna y la Fundación Prevención de Residuos, se interesaron por el SDRR que se utiliza en Alemania. Cataluña es otra de las CCAA que ve con buenos ojos el cambio de sistema.

Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes, subraya que “el modelo actual de contenedores de recogida selectiva consigue más ahorros de emisiones que el SDDR por tonelada reciclada debido a la logística de transporte que supone este último sistema». El hecho de tener que “transportar envases vacíos sin aplastar de los comercios supondría un número de viajes mucho mayor, transportando aire, con lo que las emisiones de CO2 aumentarían”, sentencia Rey.

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