La banca española tiene músculo para afrontar el impago del 60% de sus créditos dudosos

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Hucha (Foto: Getty/iStock).

Las exigencias regulatorias y las políticas restrictivas de las entidades financieras en el mercado crediticio han generado un importante colchón frente a la morosidad, que en la actualidad es del 10,5% y se sitúa en los niveles de 2013. Las provisiones de la banca ascienden a 84.779 millones de euros, lo que supone cubrir el 60% de los créditos de dudoso cobro y que arrojan un saldo de 140.920 millones de euros.

Así lo reflejan los datos del Banco de España relativos a los préstamos concedidos por las entidades financieras que operan en España al cierre del pasado mes de octubre. La cifra total de créditos de dudoso cobro se ha reducido en 1.885 millones en términos mensuales, mientras que los préstamos totales cayeron en 4.237 millones de euros, situando el total en 1,3 billones de euros.

Los créditos de dudoso cobro ascienden a 140.920 millones de euros

Una entidad financiera contabiliza un crédito como “dudoso” cuando lleva impagado más de 90 días. Al registrarlo tiene un problema doble. Por un lado le supone un aumento de costes por la obligación de provisionarlo, es decir, por destinar una parte de su capital a tapar el agujero generado si no es posible lograr su devolución.

Por otra parte, los intereses de demora que se sigan generando en este préstamo impagado ya no se pueden computar como ingresos por parte del banco.

En este escenario, la entidad puede negociar una refinanciación para evitar que los créditos morosos le penalicen a la hora de acudir al mercado. Esto se realiza mediante un nuevo préstamo de la entidad o con una novación. No obstante, el Banco de España impide sacarlo de la cuenta de dudoso cobro al no estar clara la capacidad del moroso para poder hacer frente al nuevo crédito.

El riesgo de una morosidad del 10%

Según explica el analista de XTB, Jaime Díez a Europa Press, aunque se ha producido un importante ajuste en los balances de los bancos tras la etapa recesiva, una morosidad en el entorno del 10% «es una bomba de relojería para el sistema financiero». En un entorno como el actual, con bajos tipos de interés y reducidos márgenes financieros, los bancos necesitan ir más lejos en el saneamiento de sus balances.

No obstante Díez considera que la tendencia de la morosidad seguirá “siendo bajista” debido a la recuperación económica y a la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE), que seguirá comprando deuda para inyectar liquidez en el sistema.

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