El discípulo Zidane se enfrenta al maestro Ancelotti

El Real Madrid-Bayern de este jueves (01:30 hora española) –tercer partido de la International Champions Cup para ambos– será la primera vez que se encuentren Zinedine Zidane y Carlo Ancelotti en dos banquillos contrarios.

El veterano entrenador italiano ya había coincidido con el todavía entonces bisoño míster francés hace tres temporadas, cuándo por estas fechas Carletto concedió la oportunidad a Zizou de ser su ayudante, y por lo tanto debutar en este terreno futbolístico.

Y no les fue mal a los dos juntos, ya que a final de dicha campaña el conjunto blanco se iba a hacer con la tan ansiada Undécima. Fue entonces cuándo el natural de Reggiolo decidió dar alas a su segundo, que tomó las riendas del filial madridista.

Ancelotti, un nuevo reto para la historia

Después de un año sabático tras su destitución del Real Madrid a final de la siguiente campaña descrita, Carlo Ancelotti ha vuelto a ponerse al frente de un nuevo club. El Bayern de Múnich será su casa durante las próximas tres temporadas y se convierte así en el octavo club que entrena -además de completar así el repóker de países europeos en la cumbre del deporte rey.

Reggina, Parma, Juventus, Milan (Italia), Chelsea (Inglaterra), PSG (Francia), Real Madrid (España) y ahora el conjunto alemán conforman su currículum de experiencia en sus más de 20 años en los banquillos con títulos de diversa índole -incluidas tres Champions.

Así, además de cumplir la tarea de sustituir a Guardiola -que tuvo el lunar importante de resistírsele la Liga de Campeones- está ante el reto de poder proclamarse campeón de Copa en cinco regiones distintas del viejo continente, algo que nadie ha hecho hasta ahora.

Zidane sigue sus pasos

Hace tan sólo un año Zidane no podía imaginar en el lugar en el que se iba a encontrar. Entonces, el Real Madrid contrataba a Rafa Benítez como el sustituto de Ancelotti, a pesar de que su nombre había sonado para ello.

Ya comenzada la temporada, mientras el primer equipo iba a la deriva en Liga con el técnico madrileño, Zizou dirigía a sus pupilos viento en popa a toda vela en Segunda B -el primer año se quedó a las puertas de la promoción.

De este modo, Florentino Pérez decidió despedir a uno para contratar al otro en una arriesgada propuesta para muchos por la inexperiencia de éste en un banquillo de élite.

El tiempo le iba a dar la razón, ya que desde su debut al frente del primer equipo iba a demostrar que esa zona no le iba a quedar grande. Al mejor estreno de un entrenador en la historia blanca le iba a seguir una serie de buenos resultados que finalmente colocaron al conjunto blanco a soñar con la Liga y en una final de Champions dos años después de la última.

Ese 28 de mayo la promesa se convertía en realidad con la conquista de la Undécima que demostraba que tanto el presidente merengue como el propio Zidane no se equivocaban al aceptar este reto que en tan sólo medio año ya había dado el fruto deseado y que lo mejor está por llegar aún.