Abierto de Australia 2019

Victoria sólida de Nadal en su debut en el Abierto de Australia

Rafa Nadal debutó con victoria en el Abierto de Australia. El tenista español se impuso al jugador local James Duchworth en tres sets (6-4, 6-3 y 7-5). El número dos de la ATP dejó buenas sensaciones en su regreso a la competición: activo de piernas, sólido al servicio y con grandes golpes para superar a su rival

Victoria sólida de Nadal en su debut en el Abierto de Australia
Nadal-debutó-con-victoria-en-el-Abierto-de-Australia-(Getty)

Rafa Nadal debutó con victoria ante el jugador local James Duckworth en tres sets, 6-4, 6-3 y 7-5 en el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada. El número dos del mundo dejó buenas sensaciones en su primera toma de contacto con la Rod Laver Arena de Melbourne: estuvo sólido al servicio, conectó grandes golpes y se le vio cómodo en la pista en su regreso a la competición, aunque le costó más de lo esperado cerrar el encuentro.

Sobre las 12:45 horas  -las 2:45 de la madrugada en España – arrancaba el segundo partido del día en la Rod Laver Arena, un duelo que enfrentaba a Rafa Nadal y el local James Duckworth (238 ATP), después de que Sharapova iniciara como una apisonadora su andadura en el Abierto de Australia ante la joven Dart (6-0 y 6-0). Había mucha expectación por ver al número dos del mundo de vuelta en el circuito tras cuatro meses apartado y con el único rodaje de los dos torneos de exhibición en las últimas semanas.

Ataviado con una camiseta sin mangas naranja, Nadal afrontaba su primer partido en Melbourne ante un jugador al que nunca antes se había medido y listo para estrenar en competición su nuevo saque.  Por su parte, la premisa del australiano era clara: acortar los puntos lo máximo posible. Sin embargo, con sus propios errores por precipitación servía en bandeja las primeras bolas de rotura en el juego inicial y una doble falta ponía el 0-1 en el luminoso a favor del español.

Nadal consolidaba el break con su primer juego al servicio, momento en que conectó su primer ace del partido. Una ventaja suficiente que gracias a la solidez de su juego al servicio le mantuvo siempre por delante. El manacorí abría la pista y ajustaba a la línea cada bola que dejaba sin respuesta a su rival, mientras que Duckworth encontraba en el saque y subida a la red y algún revés cruzado sus mejores armas para mantener el pulso con el español pese al break inicial. En el décimo juego, Nadal se metía la primera manga en el bolsillo, 6-4, con su saque.

Pequeño susto inicial

Igual que en la anterior manga, Duckworth servía de inicio. El australiano tuvo que salvar una bola de rotura que llegó tras un gran passing de Nadal y se ponía por primera vez por delante en el marcador. Además, a continuación, adelantaba su posición en la pista al resto y conseguía convertir su primera bola de rotura con la que mandaba 2-0 en el marcador. Pero fue poco más que un espejismo pues Nadal, luchador como nadie, no estaba dispuesto a dejar crecer a su rival. Le metió presión pese a ir 40-15 abajo y el aussie le regaló una bola de rotura fruto de una doble falta, ocasión que el español no perdonó. Después, con su saque, Nadal ponía el 2-2. 

Los nervios le jugaron una mala pasada a Duckworth y con una nueva doble falta regaló el séptimo juego a Nadal (3-4) después de haber levantado tres bolas de rotura – dos en el quinto y una más en el séptimo-. Hubo incluso ocasión de contrabreak  para el tenista local, pero el balear solucionó con un contrapié y puso el 3-5 en el luminoso. Transcurrida apenas una hora y veintidós minutos de partido, Nadal se anotaba el segundo set tras otro break -fruto de una nueva doble falta-, 6-3.

En el descanso, tanto Duckworth como Nadal aprovechaban para refrescarse para combatir las altas temperaturas registradas en Melbourne. En la grada el abanico también era el objeto más demandado. Reanudado el encuentro, el español abría con su saque la tercera manga y se llevaba el juego en blanco, situación que obtenía una respuesta idéntica del australiano en el segundo juego.

Passings, marca de la casa

Durante la tercera manga, Duckworth siguió recurriendo a la subida a la red. El mallorquín aprovechó para ofrecer sus golpes marca de la casa para superar a su rival. Con un latigazo en carrera mandaba la bola a la línea para ponerse con opción de rotura y con otro golpe magistral tomaba ventaja, 4-2 en el tercer set. Celebraba el punto Nadal con rabia, consciente del momento clave en el que se encontraba.

Un nuevo passing y una derecha paralela dejaban al pupilo de Carlos Moyá a un solo juego de la segunda ronda del Abierto de Australia (5-2). Pero no estaba todo dicho todavía. El australiano se aferraba a la pista con su servicio y se hacía con el saque del manacorí cuando éste servía para cerrar el partido, fruto quizá de la falta de rodaje tras cuatro meses apartado de la competición. Además con su servicio el aussie ponía el 5-5 en el marcador.

Nadal fruncía el ceño viendo que se le estaba complicando la faena, pero puso el 6-5 en el marcador y pasó la presión al australiano. Una doble falta -la enésima- dio la primera bola de partido al español y ahí sí, no perdonó. Tras dos horas y cuarto, Nadal sellaba el billete a segunda ronda donde le espera el vencedor del duelo entre Ebden y Struff.

 

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