VENCE A CUEVAS Y SE METE EN SEMIFINALES

Pablo Carreño es el jefe español en Indian Wells

Pablo Carreño
Pablo Carreño celebra un punto en Indian Wells. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

España tendrá un representante en las semifinales de Indian Wells, y este no se llama Rafael Nadal. Pablo Carreño se ha destapado como el gran tenista de la Armada en el primer Masters 1000 de la temporada y aprovechando un cuadro benévolo, se plantó en la antepenúltima ronda y derrotó, no sin sufrimiento, al uruguayo Pablo Cuevas por 6-1, 4-6 y 7-6 (4) para convertirse en el primer semifinalista del torneo californiano.

Su condición de cabeza de serie –número 21– y la retirada de Roberto Bautista permitieron a Pablo avanzar dos rondas de manera gratuita en Indian Wells, en un cuadro en el que superar más de dos escollos parecía imposible, toda vez que el número uno del mundo, Andy Murray, campaba por la misma parte del cuadro que él. Sin embargo, la sorpresiva eliminación del escocés abrió una puerta a Carreño, que fiel a su estilo, sobrio y luchador venció a Gojowczyk, Lajovic y Cuevas para pisar sus primeras semifinales de Masters 1000.

El encuentro contra el uruguayo empezó de forma idílica para Carreño, que dominó y supo desquiciar a su contrincante hasta romper el saque en tres ocasiones para en 20 minutos tener la mitad del trabajo hecho. Un 6-1 que dibujaba a la perfección lo que había sucedido en la pista, pero que no iba a ser la tónica del resto del partido.

Cuevas, competidor férreo donde los haya, recordó el tenis que le permitió levantar el título en Sao Paulo apenas una semana antes y se hizo con la iniciativa del juego. Esto descolocó al español, que pasó del todo a la nada y a ver como el partido se le ponía en contra cuando ya soñaba con ver su nombre entre los cuatro mejores del cuadro. Las derechas no corrían, el brazo se había encogido y el tercer set iba a dictar sentencia. 

Haciéndose fuerte a la contra, Carreño siguió dando la iniciativa a su contrincante, pero subiendo la confianza de que cada punto podía caer de su lado. Empezaron bien las cosas pero pronto se iban a torcer. Un break del mejor Cuevas del partido ponía contra las cuerdas el sueño del gijonés, que eso sí, iba a pelear hasta el final.

Lo hizo una vez para recuperar el saque y no paró hasta acabar, Pablo estaba hecho a prueba de bombas. Ni las dos pelotas de partido que necesitó levantar ni un inoportuno parón de Cuevas por una herida en su dedo amedrentaron a Carreño, sabedor de la oportunidad que tenía delante forzó el tie-break y una vez ahí, con su saque como principal arma, levantó los brazos y se agachó al suelo en su primer ascenso al cielo de un Masters 1000. Está en semifinales.

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