El efecto Brahim se desvanece: 24 minutos y cesión a la vista

El efecto Brahim empieza a desvanecerse. El jugador del Real Madrid, fichado en este mercado invernal con vistas al futuro, apenas ha tenido oportunidades desde su llegada. El malagueño sólo ha disputado 24 minutos, repartidos en tres partidos, los primeros que jugó el equipo una vez que se incorporó a la entidad blanca. En los cuatro siguientes, dos los pasó en el banquillo y los otros dos en casa.

Cierto es que la incorporación de Brahim Díaz se llevó a cabo como un fichaje de cara al futuro. La directiva madridista se ha mostrado durante este mercado invernal segura de que al equipo no le hacían falta más refuerzos y, si vino, fue para evitar un conflicto con el City por hacerse con sus servicios una vez quedase libre. Esa llegada anticipada se recibió bien, pues suponía disponer de más recursos para tratar de solucionar la evidente falta de gol que arrastraba el equipo.

Nada hacía presagiar que menos de un mes después de su fichaje Solari ya no contase con él. Brahim vino para reforzar una zona en la que el equipo contaba con efectivos más que de sobra, pero aún así se rechazó cualquier tipo de salida, incluso una cesión hasta final de temporada. Los blancos apostaron por él y el técnico le dio minutos en su primer encuentro, ante el Leganés, donde tuvo 13 minutos y no disgustó.

Nueve fueron los que tuvo en el siguiente partido. Fue ante el Betis y el ex citizen entró con el partido empatado a uno, en lo que se avecinaba como otro fracaso del conjunto madridista. Fue el tercer cambio, por delante de Isco, que no jugó. En la derrota del Real Madrid en Butarque en Copa volvió a disponer de minutos, cinco, y fue donde tuvo la oportunidad de hacer su primer gol con la elástica de su nuevo club, pero su remate se fue al palo.

Pierde opciones con la recuperación de efectivos

Contando en los primeros partidos para Solari, nada hacía indicar que de la noche a la mañana Brahim iba a desaparecer de los planes del técnico. Al contrario, parecía que poco a poco iba a ir entrando en ellos con más frecuencia. Sin embargo, el técnico se ha olvidado de él. Le condenó al banquillo en los dos siguientes encuentros y en los dos últimos se ha quedado fuera de la convocatoria.

El efecto Brahim se ha ido diluyendo hasta el punto en el que el jugador no cuenta para Solari. Con el conjunto madridista recuperando efectivos tras la enorme plaga de lesiones sufrida en los últimos meses, el jugador ha ido perdiendo posibilidades de disfrutar de minutos e irse ganando la confianza de su nuevo entrenador.

Al ser aún joven, en el horizonte planea una posible cesión de cara a la próxima temporada para que pueda tener lejos del Bernabéu la continuidad que no tiene en el conjunto blanco. Una táctica que en los últimos años es bastante habitual en el Real Madrid, ante la constante llegada de proyectos de futuro.