Liga Santander: Espanyol – Real Madrid

Benzema no es manco

El francés dio un recital en el RCDE Stadium ante el Espanyol con dos goles y un sinfín de recursos, kilómetros y magia que demuestran de qué pasta está hecho de delantero blanco

Benzema no es manco

Karim Benzema completó un auténtico partidazo ante en Espanyol. El francés fue autor de dos de los cuatro goles que logró el conjunto blanco ante los pericos. Un doblete que le sirve para apagar las voces críticas con él por la falta de puntería hasta la fecha. Con estos dos, suma 15 esta temporada entre todas las competiciones. El delantero galo está despejando cualquier tipo de duda sobre su compromiso con el Real Madrid, muy cuestionado también durante la mala racha que venía atravesando el equipo y que, gracias en gran parte a él, parece que comienza a desvanecerse dejando espacio para el buen juego y los goles.

Benzema está jugando los últimos encuentros con una férula en la mano. La tiene desde que se fracturó la falange del quinto dedo de la mano derecha durante el partido ante el Betis en el Benito Villamarín. El jugador ha preferido esquivar el quirófano y estar con el equipo pese a que su lesión pueda ir a más. Las molestias en la mano, lejos de reducir su nivel, parecen haber exaltado las aptitudes del francés, que alcanzó una de sus mejores versiones ante el Espanyol.

El 9 blanco dio ante los pericos un manual de lo que es un delantero total. Karim aparecía en todos lados, tanto en posiciones de ariete, en el área, fijando a los centrales; como en zona de tres cuartos para combinar con sus compañeros y subir líneas; como escorado a un costado punzando en el borde del área. Lo hizo todo el francés para que su equipo se llevaron los tres puntos de Cornella-El Prat.

Sus dos goles son ejemplo de ello. El primero es puro oportunismo, saber estar y colocación en el área, cualidades determinante en el delantero. El disparo de Modric, tras colarse como un ratón en el área, lo ataja Diego Lopez y el rechace, de primeras, lo empuja en el área pequeña Benzema. Ese gato hábil y atento. El segundo, otra de las suyas. Aparece por la izquierda, intenta combinar en el área con Vinícius, uno de sus mejores socios, y el rechace queda muerto dentro de ella para que la coloque al palo largo del meta perico, lejos de sus guantes. Otra joya.

Es lógico que jugadores como Lucas Vázquez estén tan contentos con Benzema. El francés trabaja y produce durante los 90 minutos que está sobre el campo de manera automática. Es el talento innato del galo es el que le llevó al Real Madrid y ese mismo el que le ha permitido estar diez temporadas defendiendo la casaca blanca. Hay Karim para rato y no está manco.

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