Solari cambió el dibujo y dio libertad total a Vinicius en ataque

Victoria obligada en el debut de Santiago Hernán Solari como entrenador del Real Madrid. El técnico se estrenaba en un escenario a priori fácil, ante un Segunda B como el Melilla, pero en una situación más que complicada. A todo lo que supone que el conjunto madridista no gane ante un equipo que está dos categorías por debajo, hay que sumarle la crisis en la que se encuentra sumida el equipo. Sin embargo, los blancos cumplieron y ganaron, dando además una buena cara.

Se estrenaba Solari bajo la lluvia melillense en el Álvarez Claro. El técnico lo hacía arriesgando, mezclando a parte de las estrellas del equipo como Ramos, Benzema o Asensio, con suplentes habituales como Llorente, Reguilón o el propio Vinicius. Era la principal novedad en el once del argentino, que daba su primera titularidad al brasileño en lo que va de curso.

Llegaba sonriente el técnico al banquillo en el que se sentaría por primera vez como entrenador de la primera plantilla del conjunto blanco, al igual que en su primera rueda de prensa. Pero una vez comenzó el partido, cambió su semblante, se cruzó de brazos y no se movió prácticamente en todo el encuentro. Atento a lo que sucedía en el césped, el técnico se encargaba de ordenar a los suyos desde su área técnica.

Y es que así pasó casi todo el encuentro. Aguantando el chaparrón que caía sobre la ciudad autónoma, el técnico se plantó en una esquina del área técnica y permaneció clavado, casi sin inmutarse. Dio muestras de la tranquilidad que le caracteriza y apenas se le vio torcer el gesto en ningún momento, ni tan siquiera celebrar los goles de los suyos.

Llegado el descanso, Solari quiso dar descanso a Sergio Ramos y a Benzema. El francés -que ha jugado casi todo este curso- inauguró el marcador y dejó paso a Valverde en terreno de juego. Por su parte, fue Nacho quien sustituyó al capitán.

Los primeros toques de Solari en el esquema se vieron con un doble pivote en el que Ceballos y Llorente fueron los protagonistas. También pudimos ver a Asensio durante la primera parte en la media punta, por detrás de Benzema; aunque en los segundos 45 minutos pasó a ocupar el puesto del francés en el centro del ataque.

Por su parte, Vinicius Junior jugó prácticamente todo el encuentro en la izquierda, aunque con libertad absoluta para moverse por las posiciones del ataque. Con su descaro y desborde fue uno de los mejores del conjunto madridista, haciendo un gran encuentro en el que sólo le faltó el gol. El técnico madridista le dio confianza y este lo agradeció con un partidazo.