Emotivo homenaje del Santiago Bernabéu a Agustín Herrerín

En los prolegómenos del encuentro que midió al Real Madrid y al Levante en el estadio Santiago Bernabéu se vivió uno de los momentos más emocionantes de la temporada. Uno de esos que estremecen el corazón de cualquiera. Agustín Herrerín, uno de los muchos mitos invisibles que entregan su vida al escudo del rey de Europa, recibió el merecido homenaje que muchos madridistas reclamaban y su delicado estado de salud retrasó.

Herrerín volvió a salir por ‘su’ bocana de vestuarios, con las dificultades de la edad, para pisar otra vez el césped de un Santiago Bernabéu que se puso en pie para aplaudir a una de las grandes leyendas del club, aunque no vistiese de corto. Sergio Ramos y Marcelo, primer y segundo capitán, fueron los encargados de recibirle. El camero se quitó de forma simbólica el sombreo ante su figura. El brasileño se lo comió a besos. Y Agustín disfrutó golpeando la pelota. Antes de retirarse miró al tendido con lágrimas en los ojos de la emoción y levantó los brazo dando las gracias a los suyos. Al madridismo.

Agustín lleva toda la vida en el Real Madrid. Ha sido el delegado de equipo de categorías inferiores, ayudó a los recién llegados en la época de Lorenzo Sanz, fue el héroe de las semifinales ante el Dortmund cuando cayó la portería del fondo sur y ha ejercido como delegado de campo en el Bernabéu desde 1999 hasta que la edad le obligó a parar. Herrerín es una de esas figuras que todos los madridistas deberían estudiar.