Liga Santander 2018-2019: Real Madrid - Espanyol

El Madrid pide la hora

El Madrid pide la hora
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Como una prenda delicada lavada en agua caliente, este Real Madrid en Liga encoge. Ni rastro del equipo demoledor y entretenidísimo que salta al campo cuando se pone el traje de la Champions. Ante el Espanyol el equipo de Lopetegui, con rotaciones, se atascó y acabó pidiendo la hora. Tocó y mareó la perdiz hasta desesperar al Bernabéu, pero le faltaron profundidad y ocasiones. Resolvió los tres puntos gracias a un gol de Asensio que Mateu había anulado y el VAR, bendito sea, dio por bueno.

Rotaba Lopetegui. Ya era hora. Kroos y Carvajal, dos de los más fundidos, se habían quedado fuera de la convocatoria. También se caían del once Marcelo y Bale, con sus kilómetros a las espaldas. Repasemos pues los once elegidos por el técnico del Real Madrid para enfrentarse al Espanyol: Courtois; Odriozola, Varane, Ramos, Nacho; Casemiro, Ceballos, Modric; Isco, Benzema y Asensio.

Moralejas del once titular: volvía Courtois bajo los palos, debutaba Odriozola, regresaba Nacho al lateral izquierdo, Ceballos otra vez titular y, posiblemente, Lopetegui dibujaba un cambio de sistema: del 4-3-3 al 4-2-3-1. Esperemos unos minutos a verlo, no hagamos spoiler del partido y, lo que es más importante, no nos pasemos de listos.

Rápido se vería que no, que de cambio de sistema, nanay. Era un 4-3-3 con Isco y Asensio escoltando en los costados a Benzema. Entre los tres y un inspiradísimo Odriozola tejieron una jugada a un toque que concluyó con el remate del malagueño un poco desviado a la izquierda de Diego López. El Real Madrid había calcado el arranque del día de la Roma, quizá con menos púrpura pero con una presión altísima.

Presiona el Madrid

Víctima de su propia presión fue el Madrid en el 14 y también de un fallo en cadena entre Varane y Ramos. Piatti vio la autopista, aceleró y se la puso a Hernán Pérez. Por suerte para Courtois el disparo se marchó desviado. Fue el primer aviso del Espanyol.

Asustóse o encogióse una pizca el equipo de Lopetegui, que se despistó con la pelota y empezó a tener dificultades para superar la maraña perica. Y así se fue otro cuarto de hora hasta la media. Ceballos y Modric maniobraban por el centro, pero los caminos nunca conducían a la meta de Diego López.

Otro susto dio el Espanyol en el 35 en una contra en la que Hernán Pérez definió con fuerza, pero su disparo violento se encontró con las manos de Courtois, duras como las de un enterrador. Respondió el Real Madrid con una contra tejida con rapidez. Era el minuto 40. Modric asistió a Asensio y el mallorquín marcó. Mateu lo anuló tarde pero el VAR le corrigió rápido. Gol interruptus que derivó en gol legal. O sea, que no se me pierdan: el Madrid ganaba 1-0 al Espanyol. Y con el gol postrero del VAR nos fuimos al bar. Descanso, digo.

Mariano entra en juego

Volvió con brío el Real Madrid y una ocasión dentro del área de Luka Modric que desbarató Diego López con una parada de reflejos como si fuera un chaval. Se sucedieron las ocasiones del equipo de Lopetegui como por ensalmo ante un Espanyol que no paraba de perder fuelle. El partido estaba para apostar todo al blanco, pero no estaba (ni mucho menos cerrados). A la hora de partido Julen sacó a Mariano por Benzema. Sin solución de continuidad a Lucas por Ceballos.

Entonces Ramos quiso darle emoción al partido y asistió sin querer a Borja Iglesias. Le dejó solito ante Courtois de último hombre. Borja se marcó una vaselina magnífica pero el travesaño repelió su disparo. El Bernabéu contuvo el aliento y expiró con alivio al ver el final de la jugada. El gran capitán enmendó su error con una jugada en la que fue a la vez Beckenbauer, Iniesta y Cristiano Ronaldo. Condujo, asistió y remató con un cabezazo que hizo lucirse a un inspiradísimo Diego López.

Como el Real Madrid no cerraba el partido Lopetegui metió a Marcos Llorente por Isco en el 78. Ahora sí, cambio de dibujo y paso al 4-2-3-1. En el 80 Asensio condujo bien y disparó luego al primer anfiteatro. La incertidumbre recorrió como un fantasma sin sábana las gradas del Beranbéu en los minutos finales. No ocurrió nada por suerte para Lopetegui. El Madrid aguantó la victoria y se llevó tres puntos en un partido con más defectillos que virtudes. Será porque este equipo en Liga encoge un poco.

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