El Real Madrid se blinda

En el Real Madrid todo es tranquilidad en este parón por selecciones. Pleno de victorias en los tres primeros partidos de Liga, un fútbol alegre en el que se mezcla el control del balón con la efectividad arriba y la sensación de que este año sí se puede competir por la Liga, el torneo que en la última década se le ha atragantado al club blanco.

Una de las claves de la mejoría de este Real Madrid está en la defensa. El equipo de Julen Lopetegui ha mejorado considerablemente en esta faceta, en la que tanto sufrió en años anteriores (en la Liga pasada llegó a recibir más goles que Atlético, Barcelona, Valencia, Getafe y Espanyol) y también en el inicio del presente curso, que comenzó con la derrota en Tallin en la final de la Supercopa de Europa, un encuentro en el que el Madrid pagó sus numerosos fallos defensivos.

Solidez defensiva

Sin embargo, eso ya ha sido corregido. Los primeros tres partidos de Liga y el trabajo previo de Lopetegui, que ha tenido más semanas para preparar los encuentros, demuestra una clara mejoría en el aspecto defensivo, que será clave para el devenir de la temporada. Si en la final europea con la que se abrió el curso, el Atlético de Madrid le marcó cuatro goles en tan solo cinco remates a puerta, ahora al Real Madrid solo le han marcado dos goles en tres partidos de Liga y únicamente le han tirado nueve veces a portería.

El Getafe, en el primer partido del campeonato doméstico, tan solo le pudo crear una ocasión al Madrid y fue ya en el tramo final del encuentro. Prácticamente misma suerte corrió su vecino del sur de Madrid, el Leganés, que remató tres veces a puerta en el Bernabéu. Fue el Girona, especialmente en la primera mitad, el equipo que más peligro le ha creado al Madrid en Liga, con cinco remates a puerta.

Estos datos se entienden a la perfección con la nueva idea de fútbol que quiere Lopetegui en el Real Madrid y que ya ha instaurado. La posesión ahora es de los blancos (es el equipo de Europa con más control del balón y con mejor índice de acierto en pases) y el Real Madrid se defiende y ataca con la pelota en los pies. Es, por tanto, una manera de evitar que los rivales, como antaño, le crearan tantas ocasiones. Y todo ello es un trabajo en equipo, no únicamente de la defensa, que ha mejorado considerablemente, sino también del centro del campo que es el encargado de no perder balones y replegar en caso de contraataques rivales.

Espantado el fantasma de Tallin

Como consecuencia de recibir tan pocos disparos, hay menos goles en contra. El fantasma de Tallin ya ha pasado y al Real Madrid solo le han marcado dos goles, uno el Girona (a Keylor Navas) y otro el Leganés (a Courtois), siendo este último de penalti. Dos goles recibidos en tres jornadas, algo que sólo en dos ocasiones se mejoró en la última década: en la 15/16, cuando llegó a estas alturas de campaña sin recibir un gol (más tarde fue destituido Benítez) y en la 10/11, con tan solo un tanto encajado en un año en el que el Madrid, en la primera temporada de Mourinho, acabaría segundo en Liga.

La solidez defensiva será clave a lo largo de la temporada y más para ganar un torneo en el que se necesita equilibrar ataque y defensa para llegar al final con opciones. Julen Lopetegui lo sabe y tras el aviso de la Supercopa de Europa ha confeccionado un sistema defensivo que funciona a la perfección.