Sin sufrimiento no hay Champions

Sin sufrimiento no hay Champions

«Para presumir hay que sufrir», dice uno de los refranes más utilizados en la vida cotidiana. Trasladado al mundo del fútbol incorpora dos variables a la misma tal y como se volvió a demostrar en la noche del miércoles: la Champions League y el Real Madrid.

Nunca dijeron que fuera fácil. El conjunto blanco llegaba a esta vuelta de cuartos de final ante su público con una clara ventaja de 0-3  del Juventus Stadium, pero con el antecedente de la remontada de la Roma al Barça del día anterior en la retina.

En un guión parecido con un gol tempranero y un cuadro español al que no le salía nada mientras a su rival italiano, todo, llegó a todos esta sensación. El sufrimiento se apoderó de los jugadores merengues y sus aficionados con el segundo y el tercero de la Vecchia Signora pero justo ahí es donde aparecieron las tablas demostradas durante las tres últimas Champions conquistadas, con el minuto 93 por bandera.

Precisamente con la Décima se creó esta relación especial entre el Real Madrid y este minuto. Sergio Ramos fue el protagonista entonces, pero antes de llegar a esta ansiada final contra el Atlético de Madrid se tuvo que remar mucho y a veces a contracorriente.

En cuartos de final de la citada Champions, el equipo entonces entrenado por Carlo Ancelotti llegaba al campo del Borussia Dortmund con una renta de precisamente tres tantos. La irrupción de un bisoño Casemiro y un Iker Casillas que se volvió a vestir de santo con ya 2-0 a favor de los alemanes, evitaron la catástrofe y permitieron humillar luego en semifinales al Bayern de Guardiola.

En la Undécima tampoco fue un camino de rosas. Un Real Madrid precisamente en cuartos tuvo que adoptar esta sensación ante otro rival alemán como el Wolfsburgo pero para remontar un 2-0 en la ida con un hat-trick de Cristiano Ronaldo.

En semifinales no sería tan fácil como dos años atrás ya que el Manchester City del entonces exmadridista Pellegrini puso un autobús que sólo permitió marcar un tanto en la eliminatoria y en propia puerta. De la final, otra vez el Atlético como rival y el desenlace en una tanda de penaltis escenifica el sufrimiento vivido.

La Duodécima se sudó en el Calderón

Si bien es cierto que la siguiente Champions League del Real Madrid fue la más sencilla en su conquista por el resultado cosechado en todas las rondas de eliminatoria, también tuvo su dosis de sufrimiento. Fue en la vuelta de semifinales cuando otra vez el Atlético intentó la heroica de remontar un 3-0 favorable a los blancos en el Santiago Bernabéu y se puso con 2-0 en apenas 20 minutos.

Sin embargo, la historia todos la conocen y la genialidad de Benzema silenció un Calderón que vivía su última experiencia europea. Ya en la final, de nuevo con la Juventus como el otro protagonista, el 0-0 inicial y las tablas a uno del descanso fue lo más igualado que estuvo la misma.

 

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