EL MALAGUEÑO VOLVIÓ A DAR SU MEJOR VERSIÓN

Isco se gana la confianza

Isco se gana la confianza
Hugo Carrasco

Tres minutos. Ese fue el tiempo que tardó Isco en demostrarle a Zidane que no se había equivocado con su alineación en el partido más importante de lo que va de curso. El malagueño volvía a partir de inicio, tal y como reclamaba hace apenas una semana, tras ser el hombre del partido con España. Su rajada surgió efecto, pero también se encargó de de dejar patente por qué debe ser titular en su regreso al once del Real Madrid.

Zidane puso a los once de Cardiff para el duelo decisivo y no se equivocó. Pudiendo contar con hombres como Asensio, Bale o Lucas, se decantó por la presencia de Isco. Viendo los resultados que había dado con anterioridad, meter al andaluz era la apuesta más segura. En ausencia de la BBC -que tiene complicado volver a juntarse de inicio-, la opción principal pasa por meter al ’22’ madridista.

No se equivocó el técnico. Conoce mejor que nadie a su plantilla y sabía que el internacional español estaba con ganas. Esas ganas de demostrar lo que, tras su hat-trick con la Selección frente a Argentina reclamó. Con ganas de dejar claro que su presencia es algo indispensable en el Bernabéu. Y así fue. La puesta en escena de Isco salió a la perfección. El malagueño se encargó de demostrar que ese puesto debe ser suyo.

Apagó el incendio

No había dado apenas tiempo a que todos los presentes en el Juventus Stadium tomaran asiento, cuando Isco ya se había encargado de dejar claro el por qué de su titularidad. Tres minutos de reloj fue lo que tardó en poner un magistral pase a Cristiano Ronaldo, para que el siempre hambriento portugués pusiera al campeón de Europa por delante.

Marcelo hizo una excelente maniobra ante un desmarque descomunal de Isco y, el del Arroyo de la Miel la puso de manera increíble. Con caño incluido a Bentancur, mandó el balón al área pequeña, sabiendo quién iba a aparecer por allí. Así fue como el Madrid se adelantaba a la Juve y la dejaba medio K.O. Fue un duro golpe para el conjunto dirigido por Allegri, que sólo acababa de empezar a sufrir a Isco.

El mediocentro madridista sorprendió en su posición. Zidane no tiene al rival nada habituado a plantar un rombo en en el medio campo y ante los bianconeri lo hizo.  Isco tenía libertad y se desenvolvió de maravilla. Caía a un lado, al otro, rompía de la forma que sólo el sabe… El malagueño se dio la razón a sí mismo y aprovechó la oportunidad brindada por Zidane para regalar otra maravilla. De paso, apagó el fuego que él mismo había prendido hace una semana con sus palabras.

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