COPA DEL REY: REAL MADRID VS NUMANCIA

Tampoco pinta en Copas

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Lucas Vázquez celebra el 1-0 ante el Numancia. (EFE)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Tampoco pinta en Copas. Ni el doblete de Lucas Vázquez sirvió para que un Real Madrid en estado de depresión ganara al Numancia. Su doblete, el primero de su vida como profesional, fue igualado por otro de Guillermo, que silenció a un Bernabéu aburrido como una mona. Pasó el Madrid, pero sin brillo. El plan B tampoco funcionó a Zidane y el público respondió con frialdad e indiferencia a un equipo que necesita una descarga eléctrica.

Hora del plan B. Jugaban los que juegan cuando el partido no tiene púrpura. Jugaban los que (todavía) no han tirado la puerta. Jugaban los más jóvenes, aquellos sobre cuyas espaldas recae la alargada sombra de los que se fueron en verano: Pepe, James, Morata y hasta Mariano. Sólo Carvajal entraba de entre los titulares a un once que sonaba bien, pero debía dar un paso al frente por mucho que la eliminatoria viniera resuelta de la ida. Recito: Kiko Casilla; Carvajal, Nacho, Vallejo, Theo; Marcos Llorente, Kovacic, Ceballos; Lucas Vázquez, Asensio y Mayoral.

Un Bernabéu medio vacío recibía al Real Madrid como una modelo rusa en una sesión de fotos: frío y distante. Tampoco el equipo calentó mucho a la parroquia de salida. Fue más bien el Numancia quien impuso una presión intensa y un notable orden táctico. Un par de acometidas sorianas en el inicio fueron sujetadas por Vallejo, un chico que se va consolidando como la canción de Luis Fonsi: despacito.

Respondió el Madrid adelantando la línea de presión, pero era una presión Trinaranjus: no tenía gas. Parecía como si la defensa a ultranza de Zidane a los suyos se la trajera un poco al pairo a los jugadores. Mal asunto. Pero no hay nada que los goles no curen y a los diez abrieron los blancos el marcador con un centro medido, maravilloso, de Carvajal que encontró a Lucas Vázquez en el segundo palo. El gallego cabeceó picado y Munir no estuvo ni muy rápido ni muy ágil en su intento de despeje.

Lucas adelanta al Madrid

El gol embridó los ánimos del Numancia y calmó los nervios de los chicos del Real Madrid, que empezó a dominar el partido de una manera mate. No había ocasiones, ni llegadas a las áreas, ni juego vertical, ni nada que merezca la pena que ustedes le dediquen un minuto de su ocupado tiempo en esta lectura.

Les contaré, a riesgo de que abandonen estas líneas, que llegábamos al minuto 35 sin una puñetera ocasión que llevarnos a la boca. Y al 40 también. El partido empezó a ser un tostón infumable como leer el BOE. Y justo cuando se venía el descanso llegó el gol del Numancia. Fue una jugada por la banda de Carvajal, que no tapó su lado, Vallejo llegó tarde a la cobertura y Nacho al centro al segundo palo. Conclusión: Guillermo lograba el 1-1. Y descanso. Mátame camión.

Al descanso Zidane metió a Achraf por Carvajal. Empezó el segundo por similares derroteros. Dominio insípido del Real Madrid ante un Numancia ordenado y poco exigido. No acertó Asensio a cabecear un centro de Ceballos en el 46, siquiera sea porque el mallorquín es una sombra del futbolista resolutivo del inicio de temporada.

Otra vez Lucas… y Guillermo

Algo creció Ceballos en el segundo tiempo. Incluso dio una asistencia a Nacho en el 55, que el central echó a las nubes. El Real Madrid, con el Numancia ya agotado, empezaba a inclinar el partido hacia el área soriana y así llegó el 2-1. Lo marcó también Lucas Vázquez después de una galopada de Kovacic, pase al área de Asensio, prolongación de cabeza de Borja Mayoral y gol del gallego.

Entonces Zidane metió al Bro por el Pisha. Isco suplió a Asensio en el 62. Sin la incertidumbre de la clasificación. La pelota ya era monopolio del Real Madrid. Los blancos manejaban la bola con fluidez a uno o dos toques. Les costaba iluminar el área soriana y los minutos caían lentos como lustros. No pasaba nada sobre el césped del Bernabéu.

Salió Casemiro por Borja Mayoral, así como para hacer tiempo. Tuvo alguna llegada más el Numancia en busca de un empate que habría sido lo que le faltaba a Zidane. Pero no llegó la sangre al río, quizá porque el Manzanares cae muy a trasmano de la Castellana. Bueno, no llegó entonces, porque en el 82 Guillermo firmó su particular doblete con un golazo de cabeza desde fuera del área después de ganar en el juego aéreo a Nacho.

Afortunadamente pasó el tiempo, se acabó el duelo, ganó el Real Madrid y certificó en un tono gris su clasificación para los cuartos de Copa del Rey. Pero eso ya será otra historia, no sabemos si mejor o peor, pero otra.

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