El secreto para salir de la crisis: unión, trabajo y fe en Solari

«No hay otra forma de sobreponerse a las situaciones difíciles que no sea trabajando, creyendo en lo que estás haciendo y sin perder la línea. Habla muy bien de mis chicos. Esto continúa, tenemos que seguir dando todo porque los partidos van a ser igual de difíciles». Así de contundente se mostraba Santiago Solari tras ganar al Rápido de Bouzas. Los blancos sumaban un contundente triunfo, que unido al empate en el derbi y la victoria frente al Celta B, servía para cerrar una semana de siete puntos. Y lo más importante, para recoger por primera vez todo lo sembrado durante estos meses.

El Castilla está de vuelta. Quizá nunca se fue y sólo le dejó de acompañar la fortuna. Pero lo cierto es que el filial ha vivido unos primeros meses de competición muy complicados. Nada salía como se esperaba. La pelota que tenía que entrar se iba fuera, cada fallo era penalizado con un gol en contra y las decisiones arbitrales nunca jugaban a su favor. El infortunio fue tan grande que el puesto de Solari llegó a pender de un hilo.

Esta situación afectó mucho a un grupo que está a muerte con su técnico. Al argentino no le salían las cosas, pero sus ganas y constancia siempre se han mantenido intactas. Este compromiso y su trabajo calaron desde el principio en un vestuario que tenía muy claro que no podía fallar al entrenador. Hasta que por fin, la suerte les empezó a sonreír. Juntos, unidos y trabajando de forma incansable. En resumidas cuentas, siendo un equipo.

El Castilla ya se ha encontrado en el campo. Su fútbol luce y los traumas del pasado se han borrado de un plumazo. La fuerza del bloque ha sacado a los blancos de una situación tremendamente preocupante y comienzan a mirar al futuro con esperanza. El pelear por el ascenso todavía es una utopía, pero empiezan a disfrutar del fútbol desde la victoria. Y, sobre todo, una generación tan prometedora como joven no cesa de crecer y aprender.