Suso vuelve a escena

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Suso celebra un gol con el Milan. (AFP)

Jesús Joaquín Fernández Sáez de la Torre. Este nombre tan complejo más propio de una telenovela sudamericana fue acortado por su protagonista desde bien pequeño al apodo de Suso para poder ser reconocido en el mundo del fútbol, como ahora le ocurre en el Milan.

Y es que uno de los veteranos de la nueva plantilla rossonera -y eso que cumple su segunda temporada- está en boca de todos por sus tres goles y cuatro asistencias en los 11 partidos que ha disputado en todas las competiciones, relegando además a algunos fichajes de renombre al banquillo.

Tanto es así que el Real Madrid habría puesto sus ojos en él, tal y como publica el sitio web transalpino CalcioMercato. Según dicho medio, la directiva blanca ya habría intentado su contratación en el pasado pero nunca habría conseguido salirse con la suya, es decir, con Suso.

El pasado 25 de septiembre, el Milan cerró su renovación, que entonces le vencía el 30 de junio de 2022. Con este nuevo contrato, situó su cláusula de rescisión entre 40 y 50 millones de euros, una cifra bastante asequible en el Real Madrid como apuntan desde Italia.

El jugador, como loco por la fiesta

Suso tiene 23 años aunque lleva en la élite futbolística desde hace más de un lustro, cuando debutara con el primer equipo del Liverpool. Dos años antes dejaría su Cádiz natal para inscribirse en la cantera red con ganas de comerse el mundo como no pudo hacer entonces, y ahora se está destapando en Italia tanto en el Milan como en el Genoa cedido la temporada pasada -antes jugó también a préstamo en el Almería en 2013-14.

Hace tan sólo unos días, trascendió que la llamada del Real Madrid sería diferente a algunas ofertas que ya ha recibido este verano: «Si los que te quieren son ellos, no puedes decir no. De verdad, el Milan siempre ha dicho que no me quiere traspasar y yo siempre he dicho que quiero quedarme aquí».

«Me han buscado equipos como la Roma o el Inter, pero cada vez que recibía ofertas y se lo decía a la sociedad me decían que no me traspasaban. Y yo era feliz, porque era lo que quería», finalizó en los micrófonos de Il fatto quotidiano. Dónde dije digo, digo Diego… digo Suso.

 

 

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