El estado de forma del Nápoles impresiona a Zidane

El estado de forma del Nápoles impresiona a Zidane

«El Nápoles es un equipazo», esta es la consigna que está intentando trasladar el cuerpo técnico del Real Madrid a sus jugadores con vistas a la ida de los octavos de final de la Champions League que tendrá su ida dentro de diez días en el estadio Santiago Bernabéu.

El 1-7 de este sábado ante el Bolonia en la Serie A es el decimoséptimo partido consecutivo sin perder de los de Maurizio Sarri. Desde el pasado 29 de octubre, el conjunto partenopeo no conoce la derrota, entonces la Juventus de Turín -líder de la liga italiana con tres puntos de ventaja sobre ellos- consiguió doblegarle.

Once triunfos y seis empates son más que un claro aviso para el homólogo del entrenador transalpino, Zinedine Zidane. Por eso el técnico madridista pide concentración a sus pupilos para lo que le viene por delante, con el añadido de que la vuelta es en San Paolo.

En la portería, un resucitado Pepe Reina está recordando a aquél guardameta que se convirtió en un ídolo en Anfield. La línea defensiva tiene al primero de los exmadridistas, Raúl Albiol, como el jefe de la misma, flanqueado por Maksimovic, Hysaj y Ghoulam, que ha sonado para el Real Madrid en el próximo mercado de fichajes.

En la medular el eslovaco Hamsik es el único fijo, ya que su calidad y golpeo desde larga distancia le hace ser una de las estrellas del equipo napolitano. Las dos posiciones restantes las ocupan entre Allan, Zielinsky, Diawara y Jorginho dependiendo las circunstancias.

Por último, el frente ofensivo está formado por el otro jugador de pasado blanco, Callejón, que por la derecha es todo un ídolo de la hinchada partenopei. En la izquierda, el habilidoso Insigne marca la diferencia con sus regates que le hacen ser toda una pesadilla para las defensas. Ante la marcha de Higuaín y la lesión de Milik, el belga Mertens se ha convertido en el capocannoniere no sólo del Nápoles, sino del Calcio con ya 16 goles.

El cambio de color, clave

El Nápoles vive un momento de dulce que tiene su comienzo en el cambio de color de la primera indumentaria, azul por naturaleza. El presidente del club, el polémico Aurelio de Laurentiis, decidió abandonarla utilizando la equipación blanca en la Serie A y la negra en Champions y Copa.

Los resultados le han acabado dando la razón: dos empates y nueve victorias desde entonces con un 3-0 como primer precedente ante uno de los cocos italianos, el Inter de Milán. Por lo menos dentro de diez días no podrán jugar así y visto lo visto, la superstición también juega.

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