LOS ERRORES SE SIGUEN CEBANDO CON EL FILIAL

Los jugadores del Castilla se sienten «impotentes» ante los árbitrajes

Castilla
Achraf recibe una falta ante el Gernika. (Realmadrid.com)
Iván Martín

El Castilla ya ni se enfada. El vestuario del filial madridista siente «una enorme impotencia» ante los continuos errores arbitrales que están viviendo jornada tras jornada esta temporada. El último llegó ante el Gernika el pasado fin de semana, después de que el asistente anulara un gol totalmente legal a Víctor Campuzano, una diana que hubiera servido para que los madridistas sumasen tres puntos ante un rival directo.

Después que el duelo finalizase y los chicos de Santiago Solari vieran la jugada repetida, el sentir del vestuario fue más de resignación que de propio enfado. Tras sufrir otro arbitraje dañino hacía sólo siete días en Amorebieta, los blancos no mostraron indignación y sí comenzaron a pensar que «va a ser imposible» lograr el ansiado objetivo de terminar entre los cuatro primeros clasificados y poder jugar la fase de ascenso a Segunda división.

En cambio, cuando en Amorebieta hace siete días el árbitro se sacó de la manga en el último minuto un penalti para que los vascos empatasen a dos el primer filial si se fue muy enfadado del País Vaco. Esta actuación terminó con Álvaro Tejero expulsado, Mario Hermoso rompiendo una puerta de cristal y con una indignación generalizada en la caseta madridista. Y es que, estos dos últimos errores se suman a una larga lista de fallos que han privado al filial madridista de sumar 13 puntos.

«Estamos atravesando una mala racha en cuestión de decisiones, que nos están afectando a nosotros. Los árbitros se equivocan, como todos, pero estamos como cuando vas al casino y pierdes siempre. Esperamos que se equilibre la situación, aunque el tiempo se queda corto para que se equilibre, veremos si pasa. Yo tengo que seguir alentando a mis jugadores iremos a Leioa a intentarlo», aseguró Solari en la rueda de prensa del estadio Alfredo di Stéfano.

Una racha que viene de lejos

No obstante, esta no es la primera vez que el Castilla se ve gravemente perjudicado por los árbitros. El filial que entrenó Michel en la temporada 2006-2007 descendió a Segunda B después de sufrir 15 expulsiones en 42 partidos. Aquí comenzó un infortunio que se ha ido extendiendo año a año en menor o mayor medida. Otros dos graves errores provocaron el último descenso de los blancos, la temporada pasada un arbitraje muy permisivo en Murcia dejó a los madridistas sin ascender y, por último, este curso los fallos se van produciendo uno tras otro.

El club asegura que no ve ningún tipo de conspiración en esta década de fallos arbitrales, aunque sí reconocen que la indignación es latente ya que es muy complicado intentar trabajar con un equipo machacado por los colegiados jornada a jornada.

Lo último en Deportes

Últimas noticias