Pablo Rodríguez, el ‘killer’ del Cadete A, siempre lo tuvo claro: «Tranquilo papá, voy a jugar en el Madrid»

pablo rodriguez
Pablo Rodríguez ya deslumbra en Vadebebas.
Iván Martín

A veces el esfuerzo tiene su recompensa. Los kilómetros, el trabajo, el sufrimiento, la difícil toma de decisiones, todo puede valer la pena si el primer objetivo se termina consiguiendo. Este es el caso de Pablo Rodríguez, jugador de Las Palmas aterrizado este verano en la Ciudad Real Madrid con el objetivo de convertirse en el hombre que haga los goles en el Cadete A.

Pablo es un delantero total. Su olfato de gol es innegable, como se puede ver en el encuentro que le enfrentó al Alcalá en la primera jornada de Liga. Pablo hizo tres goles que definen perfectamente sus cualidades como delantero. En el primero aprovechó un balón suelto en el área para batir al portero de volea. El segundo lo anotó con un gran cabezazo y en el tercero tira de definición para lograr el tanto en un uno contra uno ante el meta visitante. Definición, movimiento, buen manejo del balón y, sobre todo, asociación con sus compañeros. Los que le conocen desde pequeño aseguran a DIARIO MADRIDISTA que el canario disfruta tanto dando un pase de gol como haciéndolo el mismo. Algunos aseguran que debería ser más egoísta, pero Pablo entiende así el fútbol. También destaca por su versatilidad, es capaz de jugar en cualquier parte de la delantera y tiene un físico potente. Su padre asegura que es «un ganador nato».

Como muchísimos jóvenes que empiezan en el mundo del fútbol y poco a poco van ascendiendo, sus padres tienen un papel protagonista en sus carreras. Pablo creció en Valsequillo, un municipio canario de algo menos de 10.000 habitantes, donde comenzó a jugar al fútbol hasta que Las Palmas se fijaron en él, tan sólo tenía 9 años. Cuando el madridista comenzó a jugar en las categorías inferiores del conjunto amarillo Paco, padre del jugador, comenzó a recorrerse 50 kilómetros todos los días con el único propósito de que su hijo cumpliera su sueño. En Las Palmas deslumbró haciendo una media de 60 goles por temporada, lo que provocó que dos clubes se interesaran en el joven. Real Madrid y Deportivo de La Coruña se fijaron en el ariete.

«A la semana ya les convenció»

El club blanco, gracias a su ojeador en la isla Sixto Alonso, el hombre que descubrió a Jesé Rodríguez, comenzó los contactos desde el pasado mes de diciembre. La llamada del Real Madrid siempre impacta, pero Paco dejó en todo momento que su hijo tomara la decisión definitiva. Mientras tanto, el interés del Depor no cesaba. El conjunto gallego se quería hacer con el jugador a toda costa. En Riazor triunfó Juan Carlos Valerón y Pablo tenía el ejemplo perfecto para dar el salto, pero él quiso ir a la capital de España.

El Real Madrid, como viene siendo normal en estos casos, comunicó a sus familiares que iba a pasar un periodo de prueba de 15 día en Valdebebas, el Depor le quería incorporar de inmediato, aquí fue cuando Pablo le dijo a su padre que iba a ir al Madrid y se iba a quedar. A la semana ya había convencido a todos y el Madrid no estaba dispuesto a dejarle escapar. No se equivocaba. El ariete ha firmado por cuatro temporadas, una de cadete y tres de juvenil.

Pablo vive en la residencia del la Ciudad Real Madrid junto a otros jugadores que provienen de fuera de la Comunidad de Madrid. Paco asegura que se ha adaptado muy bien a su nueva vida y ahora sólo tiene que estar centrado en jugar al fútbol y estudiar. Además, la adaptación es más sencilla ya que en La Fábrica hay hasta seis canteranos de Las Palmas. En Valdebebas Las Palmas siguen sonando muy alto.

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