El campeón Real Madrid se pone a cien en su estreno (101-90)

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Rudy y Randolph pelean por un balón con Nedovic. (EFE)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El Real Madrid comenzó su andadura en la Liga Endesa con una victoria sobre Unicaja de Málaga por 101-90 en la que exhibieron, en un último cuarto necesitado de remontada, un juego espectacular que hizo a los espectadores levantarse de sus asientos. Ayón y Llull fueron los mejores con 16 y 14 puntos respectivamente.

Dos triples consecutivos de Lafayette y Nedovic abrieron la veda de un encuentro que tuvo en Unicaja a su dominador, con un Madrid sorprendido por el irreal acierto rival. Las ventajas de hasta ocho puntos hicieron reaccionar a Laso, que introdujo antes de lo previsto a Hunter por un dormido Ayón y al público, que comenzó con el show a la vez que Rudy con unas canastas que acercaban a los blancos en el luminoso (17-18).

Hunter estaba causando estragos en el aro de Unicaja, pero la fragilidad defensiva permitía a los malagueños seguir mandando. Fue entonces cuando entró el capitán Reyes, ovacionado como el que más en la presentación, para poner a su equipo por primera vez por delante (26-24), coincidiendo con el final del primer cuarto.

Los primeros minutos del segundo cuarto sirvieron para confirmar que el Real Madrid 2016-17, el del juego interior temible, ha fichado un base que se llama Dontaye, se apellida Draper, y que más que un base es un seguro de vida. Su sobriedad, unida a la magia del nuevo favorito del Palacio, Luka Doncic, comenzaron a despegar poco a poco a los blancos de Unicaja, que gracias a los puntos del ex madridista Dani Díez.

El desafío contínuo a las leyes de la normalidad que supone la entrada de Carroll en los partidos le salió bien, como casi siempre, a un Real que encontraba por primera vez los diez puntos de margen gracias a una canasta de Ayón, que compensaba su despiste inicial con la hiperactividad de quien ha tomado tres Redbull. Dos triples de Carlos Suárez diluyeron parte de esta ventaja, pero de nuevo el mexicano, en conexión permanente con los exteriores, dejaba en 57-50 el resultado al descanso.

El regreso de vestuarios dejó la mala noticia del partido en forma de torcedura de tobillo de Rudy Fernández, uno de los pilares del proyecto. Un Madrid menos acertado pero igual de intenso mantenía la ventaja frente a un Dejan Musli que desde su 2’13 mantenía a Unicaja en pie.

Remontada con Llull a los mandos

Díez, empeñado en martirizar desde el triple a sus ex, ponía el marcador en un pañuelo, con las primeras ventajas del parcial para los visitantes. Laso, muy enfadado por momentos, exigía más defensa, el claro punto a solucionar en las próximas semanas por los blancos. Un tiro libre tras técnica de Carroll apretaba un marcador que obligaba a imponerse al Madrid en el último cuarto para firmar su primer triunfo (71-73).

Varias decisiones discutidas por la afición no favorecieron a los madridistas, que veían como Unicaja aumentaba escasamente su ventaja con cada vez menos minutos por jugarse, pero tres triples de Doncic, Carroll y Draper convertían en una olla el Palacio y en blanco el marcador (82-78) a cinco de la conclusión.

Como en los grandes momentos blancos, la defensa se activó –claves Hunter y Llull– y la dureza del partido se tradujo en constantes lanzamientos libres en los que el Madrid no fallaba. En los minutos decisivos, y como tantas otras veces, Felipe Reyes se encargó de sostener el partido y Llull de acelerar la moto, poner a los blancos a cien y ganarlo. El Real tiene que dar las gracias por tenerles, con ellos llueven las victorias.

 

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