Marc Márquez se convierte en piloto de Fórmula 1 por un día a los mandos del Red Bull

Mick Doohan, Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. ¿Qué tienen en común estos tres pilotos de la categoría reina del motociclismo? Todos ellos ha tenido la oportunidad de probar un monoplaza de Fórmula 1. El australiano lo hizo en 1998 de la mano de Williams, mientras que Lorenzo tuvo la oportunidad en 2016 con Mercedes. Rossi, por su parte, incluso coqueteó con la idea de dar el salto al Gran Circo de la mano de Ferrari. Pues bien, hoy se unen a este selecto club Marc Márquez y Dani Pedrosa, que junto a Toni Cairoli pilotarán el Red Bull del año 2012, decorado con los colores de Toro Rosso.

Marc Márquez, que cuenta durante toda la jornada con el asesoramiento de Mark Webber -que fue precisamente uno de los pilotos oficiales de Red Bull en aquella temporada 2012-, ya ha hecho sus pinitos en días anteriores en el simulador del equipo, reconociendo la dificultad de pilotar un Fórmula 1 como lo hacen los profesionales del automovilismo. “Va a ser genial, será una nueva sensación de adrenalina y una gran experiencia para mí. Estuve en la fábrica para el montaje del asiento y también hice algunas vueltas en el simulador, lo cual fue muy importante porque causé algunos accidentes por mi culpa. Simplemente no pude controlar el coche. Trataba de mover el codo, pero…”, afirmaba entre risas el español.

A pesar de no ser uno de los monoplazas actuales el que piloten Márquez y compañía, sí que es uno de esos que guardan historia tras de sí. El Red Bull de 2012 es el que llevó a Sebastian Vettel a conseguir su tercer título mundial de forma agónica ante Fernando Alonso en un Gran Premio de Brasil para el recuerdo. En cualquier caso, seguro que el de Cervera vive uno de esos días que jamás olvidará.