El método Vallejo: dieta, educación y móvil limitado

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Jesús Vallejo durante un partido con el Eintracht. (Twitter)
Iván Martín

En un mundo donde los futbolistas son más que simples deportistas, la normalidad es la excepción. Jesús Vallejo, central del Real Madrid cedido al Eintracht de Frankfurt, es todo lo contrario al prototipo de jugador de fútbol actual. El zaragozano rompe todos los moldes de lo que uno entiende como jugador de fútbol en estos momentos. Vallejo no busca los focos, no quiere la fama extradeportiva, el zaguero tiene otros intereses. A lo mejor, un futbolista de otra época muy distinta a la que vivimos actualmente. Por eso, es tan especial.

Los que mejor conocen al de Zaragoza destacan su forma de ser. Y es que, Jesús no es un chico normal, aunque él se esfuerza en demostrarlo. Pero no puede ser una persona común un joven que se pone el brazalete del Real Zaragoza, un histórico en horas bajas, con 17 años, a pesar de las voces críticas que aparecieron. Hay quien no podía entender que ese joven lleno de carácter y que siente los colores del club maño como pocos pudiese ser capitán. Vallejo, en otro acto de madurez impropio, se ofreció a dejarlo para que un compañero más veterano lo portara, pero ni Víctor Muñoz, uno de sus mayores creyentes, ni el club cedieron. Jesús era el elegido y estuvo muy cerca de ser el capitán del Zaragoza que casi regresa a Primera División.

Poco después volvió a portar el brazalete de la selección española en el Europeo Sub 19. El combinado nacional terminó alzando el título con hombres como Asensio o Ceballos, pero el que levantó el trofeo fue él. El chico normal. El hijo único que tiene los pies en el suelo. El que acude a Valdebebas cada vez que sufre una lesión, para recuperarse y, de paso, llevarse algo nuevo a Alemania. Aprendizajes que está como loco por mostrar en el Bernabéu. La temporada que viene, si todo sigue igual, podrá enseñar al madridismo lo buenísimo que es.

Vallejo vive por y para el fútbol. Es meticuloso en su dieta, trabaja a tope siempre, es tremendamente responsable y no permite que nada le descentre de su profesión. Como ejemplo, es imposible localizarle 48 horas antes de un encuentro, apaga el móvil y se olvida de todo con el único objetivo de pensar sólo y exclusivamente en el partido. Durante los concentraciones es tremendamente tranquilo y sólo deja de pensar en el choque para ponerse a estudiar. Su otra gran preocupación.

El aragonés tiene muy claro que debe formarse. Desde muy joven ha sido un excelente estudiante. Ni siquiera cuando ascendió al primer equipo bajó su rendimiento académico. Notables y sobresalientes como forma de vida. Y cuando acabó su educación escolar, siendo ya una promesa del fútbol español, no dudó en mantener su relación con los libros. Por ello, tras realizar una excelente prueba de selectividad, apostó por estudiar Derecho. Aunque no sería la elección definitiva.

Jesús cursó dicho grado el año pasado en Zaragoza, pero cuando emigró a Alemania decidió cambiar el rumbo y comenzó a estudiar Educación Física. Los motivos son simples, no veía factible continuar con la carrera de letras a distancia y prefirió optar por unos estudios mucho más relacionados con el fútbol que le permitiesen realizar prácticas de una manera más sencilla.

Admirado en Alemania

Y esta particular forma de ser ha sorprendido y agradado a partes iguales en tierras germanas. Vallejo llegó con la pretemporada del Eintrach empezada, generando la expectación normal que provoca cualquier jugador del Real Madrid. A pesar de que todavía no se ha puesto la camiseta blanca. Pero pronto empezó a dar que hablar por su carácter y su juego.

Nada más comenzar a trabajar con la escuadra de Frankfurt se presentó uno a uno a los periodistas que cubren la información del Eintrach y se interesó por ellos. Tal fue la sorpresa que le llegaron a dedicar artículos ensalzando su educación. Pero la cosa no se quedó ahí.

Y es que, Vallejo nunca dudó que se quería volver de su experiencia en la Bundesliga con un crecimiento deportivo y formativo. Por ello, desde el primer momento comenzó a aprender alemán. Una posibilidad que el Eintracht ofrece a sus jugadores extranjeros, pero que Jesús exigió en su contrato. Quería un profesor de alemán para adaptarse por completo a sus compañeros, entender a su entrenador y poder interactuar con los aficionados. Y parece que va dando su frutos, ya que recientemente ha concedido una entrevista a una televisión alemana hablada en la lengua germana.

El próximo mes de julio desembarcará en Valdebebas un hombre normal y diferente a partes iguales. Un jugador que sueña con vestir los colores del actual campeón de Europa, pero que es consciente de que empieza una etapa nueva en su vida. No será el líder en un primer momento, pero hará un máster junto a Sergio Ramos, Varane, Nacho y, quien sabe, si Pepe.

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