Orgullo de España

Llega un nuevo 8 de marzo, una fecha especial para todos: el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Imposible mirar este día sin pensar en el esfuerzo que nuestras madres o abuelas han tenido que realizar para que se les reconociese esa labor. Desde que se celebró por primera vez este día a principios del siglo XX, la figura de la mujer ha ido haciéndose cada vez más grande – porque necesaria ha sido siempre -, teniendo más influencia social, gozando de los mismos derechos del hombre, rompiendo estereotipos sociales y culturales…

En todos los ámbitos de la vida cotidiana las mujeres han tenido que pelear y superar obstáculos hasta alcanzar esa igualdad con los hombres, que simplemente por sentido común debe existir. Aún así, todavía queda un largo camino por delante. Por eso, desde esta sección de Deportes de OKDIARIO queremos recordar a las grandes deportistas que ha dado este país.

Dueñas de la raqueta

La historia entre deporte y mujer es ya amplia, pero no tanto como la masculina. Fue Lilí Álvarez una de las pioneras en abrir la puerta a las mujeres en el ámbito deportivo. Aunque nació en Roma, es la primera mujer que participó en unos Juegos Olímpicos representando a España. Fue en los de invierno de Chamonix, Francia, en 1924. Durante tres años consecutivos fue subcampeona de Wimblendon. Además del tenis, compaginó este deporte con el patinaje y con una carrera literaria y periodística, casi nada. Así, inició una época dorada del tenis femenino que dura hasta nuestros días.

Muchos lectores habrán vibrado viendo como Arantxa Sánchez Vicario alzaba, nada más y nada menos, que tres Roland Garros, y siendo subcampeona en otros tres. O con Conchita Martínez, ganadora en Wimbledon en el año 1994. Tampoco podemos olvidarnos de Viví Ruano. La madrileña destacó en dobles, donde levantó el título de Roland Garros en seis ocasiones y tres veces el US Open. Además, ocupó durante dos años el número uno de la lista de dobles. Ahora, disfrutamos del tenis de Garbiñe Muguruza, Carla Suárez o Lara Arruabarrena.

No podemos dejar los deportes de raqueta sin nombrar a Carolina Marín. La onubense ha ganado dos Mundiales, dos campeonatos de Europa y nos emocionó a todos con su Oro en los Juegos Olímpicos del pasado verano celebrados en Brasil.

Fútbol, en crecimiento; grandes en baloncesto

En fútbol, ya podemos presumir de que nuestro país ha disputado un Mundial. Fue en Canadá en 2015. Vero Boquete lideró una Selección en la que le acompañaron futbolistas como Jennifer Hermoso, Silvia Meseguer, Vicky Losada o Marta Corredera.

No nos separamos del balón para hablar de baloncesto. Amaya Valdemoro abrió el camino hacia la WNBA. La de Alcobendas ganó tres anillos con los Houston Comets, además del Oro en el Eurobasket de 2013. Su sucesora en la WNBA es Anna Cruz, que ya ha ganado un anillo, además de varias medallas con la Selección. También tenemos la suerte de contar con Alba Torrens, protagonista en los títulos del combinado nacional y recibiendo gran cantidad de premios individuales a nivel europeo.

Aguas españolas

Si nos tiramos a la piscina, podemos ver una gran cantidad de deportistas del más alto nivel que ha dado España. ¿Qué se puede decir de Mireia Belmonte en natación? Cuatro medallas olímpicas – una de oro -, tres en Mundiales y trece en Europeos a pesar de sus 26 años. Un camino que abrió María Paz Corominas en los JJOO de México 68. No podemos pasarnos a otra disciplina acuática sin antes detenernos en Teresa Perales. La nadadora maña ha conseguido 26 medallas en los Juegos Paralímpicos – siete oros -.

Otro equipo que ha dado grandes alegrías a este país ha sido el de natación sincronizada con Gemma Mengual como máxima exponente de este deporte. A su lado han estado Ona Carbonell o Paola Tirados. En waterpolo tenemos a Jennifer Pareja, también una de las mejores de la historia, consiguiendo con España el oro en un Europeo y un Mundial, además de una larga lista de títulos con los equipos en los que ha jugado.

Pioneras y únicas

Theresa Zabell fue la primera mujer española en revalidar un oro en los Juegos Olímpicos. Lo hizo en Barcelona 92 y Atlanta 96. Pero fue Miriam Blasco – en la modalidad de Judo – en las Olimpiadas celebradas en la Ciudad Condal la primera mujer que consiguió un oro para España. En esos mismos Juegos, el equipo de hockey hierba femenino también conseguía el primer oro en unas Olimpiadas para nuestro país.

Si en ciclismo masculino tenemos a Miguel Indurain, en el femenino podemos presumir de Joane Somarriba. La vasca conquistó tres Tour de Francia y dos Giro de Italia. Sobre las dos ruedas también tenemos a otra deportista destacada: Laia Sanz. Heptacampeona del Dakar, cinco veces campeona del mundo de enduro y trece veces campeona del mundo de trial. En cuatro ruedas, Maria de Villota fue la primera española en ser piloto de Fórmula 1. Sufrió un accidente que truncó su carrera en el que perdió un ojo y en 2013, la vida. Además, fue embajadora del Día de la Mujer de la Comunidad de Madrid.

Tenemos con Almudena Cid a la única gimnasta rítmica de la historia que ha participado en cuatro finales en Juegos Olímpicos. Edurne Pasabán es la primera mujer en escalar 14 ochomiles – montañas que superan los 8 kilómetros de altura -, para lo que tardó nueve años. Lydia Valentín obtuvo una medalla en Río 16, y está esperando que le den una plata de Pekín 2008 y un oro de Londres 2012 tras los positivos de sus rivales. O Ruth Beitia, que consiguió el oro en los Juegos Olímpicos de Brasil en salto de altura después de haberlo intentado en las tres Olimpiadas anteriores.

Estos son algunos de los ejemplos de las grandes deportistas que ha dado España. Una larga lista de nombres plagados de talento, a la par que mucha dedicación y trabajo a sus espaldas. Una extensa lista que se queda corta y faltan otras protagonistas como Sheila Herrero, Isabel Fernández, Gisela Pulido, Andrea Fuentes, Maialen Chourraut…

Siempre con el apoyo de los aficionados al deporte, que viven las grandes citas con confianza en ellas, para luego lucir con orgullo cada éxito que logren, dando igual que sea femenino o masculino, demostrando que no hay hueco en esta sociedad para la desigualdad de género.