Margarita Fuentes-Pila: «Si no pienso que puedo ir a unos Juegos, nunca voy a ir»

Margarita-Fuentes-Pila
Margarita Fuentes-Pila.
Miguel Zorío

A Margarita Fuentes-Pila (Santander, 1982) el atletismo le corre por las venas. Lleva toda la vida compitiendo, igual que sus hermanas Iris y Zulema, por ser la más rápida en los 800 metros lisos, aunque también ha tocado otras distancias. Ahora, mientras compatibiliza sus entrenamientos con ser imagen de la marca Robusta, lucha por hacer realidad su sueño: participar en unos Juegos Olímpicos.

Pregunta.- ¿Por qué Robusta?

Respuesta.- Robusta es una marca de calzado profesional. Es española y fabrica en España. Formo parte del proyecto tecnológico en el desarrollo de sus productos: utilizamos la ingeniería biomecánica que se aplica en la fabricación deportiva de competición. Me siento muy identificada con la marca. 

P.- Vienes de una familia de atletas, lo llevas en la sangre…

R.- Nuestros hermanos mayores no han sido atletas, lo nuestro ha sido espontáneo. Fue a raíz de conocer a José Manuel Abascal, que es cántabro también. Daba cursos y charlas por las escuelas y apareció en la que estábamos Iris, Zulema y yo, en la Vega de Pas, un pueblecito de la comarca de Cantabria. Con 9 y 10 años empezamos todo como un juego y al final se ha acabado convirtiendo en toda una vida y en una profesión.

P.- ¿Cómo es la competencia con tus hermanas Iris y Zulema? ¿Hay ‘pique’ entre las tres?

R.- Sí lo hay.  Pero siempre prima la buena relación y el que mis hermanas y yo mejoremos. Aunque cuando estamos en la línea de salida son una rival más. Miras por ti porque este es un deporte muy individual.

P.- Cuando enfilas la recta de meta a la vez que tus hermanas, ¿esprintas más para ganarles?

R.- No. Esprintas igual, porque al final lo que tú quieres es ganar. Has entrenado para ganar. ¿Qué ocurre? Si ella esprinta conmigo, una de las dos va a quedar segunda y eso ya es el gozo total. Que podamos quedar las tres o las dos en el pódium es la máxima alegría para nosotras.

P.- ¿Tienes algún referente?

R.- No tengo referentes. Lo son todos los atletas: no hace falta que tengan un nombre más o menos conocido o que tengan más logros. Ves atletas que ganan una medalla olímpica y en ese momento piensas: «yo quiero hacer lo mismo». Todos los atletas tienen el espíritu de sacrificio, da igual que ganes, que quedes el segundo o el último. Todos son dignos de admiración.

P.- Eres doble campeona de España del Campeonato de cross largo.

R.- El año pasado fue la primera vez que corrí un campeonato regional de Cross largo que son ocho kilómetros y este año lo han subido a 9,5 km. A mí la cifra ‘se me sale’, porque se necesita una proceso de adaptación a la distancia. Yo vengo de 800 y de ser una mediofondista nata. He corrido 400 y 800. Ahora, poco a poco, llevo varios años en los que estoy intentando meter la cabeza en el fondo y me cuesta mucho por mi forma de correr. Mi cuerpo y mi físico no son los de un corredor de fondo.

P.- ¿Cuál es tu próximo objetivo?

R.- Mi próximo objetivo es la pista al aire libre: el 1.500 y el 3.000 obstáculos. Dependiendo de las pruebas que haya, prepararé una u otra. De momento, tengo entre ceja y ceja el 1500 para hacer una buena marca e intentar por todos los medios estar en los Europeos, que son antes de los Juegos Olímpicos.

P.- ¿Cuál es el mayor logro de tu carrera?

R.- Ser campeona de España. He sido varios años segunda, tercera… Me ha tocado una época en el 800 que yo creo que ha sido la mejor de España: coincidí con Mayte Martínez en todos los campeonatos. La mala suerte es que si llega a ser en otra época igual hubiese ganado más campeonatos. O quizás no, nunca se sabe. La buena suerte es haber coincidido con ella y haber entrenado y competido con una mujer que es subcampeona del mundo y todo un referente en un 800.

P.- ¿Fue especial tu etapa con la selección española junto a tus hermanas?

R.- Sí. En el 2008, cuando fui campeona de España estábamos las tres en un momento muy dulce deportivamente hablando.  Muy fuertes. Ellas dos intentaban hacer la mínima (para los Juegos Olímpicos) y cada una en su prueba. Iris en el 1.500, Zulema en el 3.000 obstáculos y yo en el 800. Ese año fui campeona de España y la mínima se me quedó a décimas. Me pedían 2:01.30 y yo tenía 2:01.70.

Intenté por todos los medios hacerla: salí fuera de España y competía cada dos días pero no pudo ser. Sabía que era mi año y no hubo manera. Nuestro sueño era competir las tres en unos Juegos Olímpicos. Hemos estado en un Europeo de pista cubierta, pero esa es la espinita clavada porque lo tenía al alcance de la mano.

P.- ¿Es tu sueño acudir a los Juegos?

R.- Sí. Al final todos los atletas que tienen cierto nivel y que están peleando o luchando por medallas o siempre están pendientes de las mínimas que tiene la IAAF.  Luchamos por ese sueño. No me conformaría sólo con ir: voy a hacerlo lo mejor posible. Al final, si tú no piensas que puedes ir a unos Juegos, nunca lo vas a hacer. Yo seguramente que lo tenga más difícil este año porque es una prueba nueva. Pero si no pienso que puedo ir y que puedo hacer esa marca, nunca voy a hacerlo.

P.- ¿Es un tema mental?

R.- Es mental y luego es ejecutar y hacer todo lo que esté en tu mano. No sólo entrenar, sino cuidarte, hacer una metodología perfecta e intentar dar con la clave con el entrenamiento. Al final, no todos los entrenamientos ni todas las especialidades son iguales.

P.- ¿Ves complicada tu participación en Río?

R.- Sí. Está muy complicado, pero no lo descarto. Pero no es solo Río, sino hacer la marca.  Mi objetivo no es estar bien el 10 de agosto, cuando empiezan los Juegos Olímpicos porque es absurdo. Yo tengo que estar bien antes, en junio, para hacer la marca que exigen para ir a los Juegos Olímpicos. Quiero estar mejor que nunca para hacer algo más grande que nunca.

P.- ¿Deportivamente hablando vosotras tres habéis logrado más campeonatos que tu hermano?

R.- Sí, porque él no se dedicó tan profesionalmente como nosotras. Al final nosotras apostamos más fuerte por el atletismo que él. Lo dejó con 20 años y luego volvió a los 26. No ha tenido nuestro recorrido. Yo empecé como un juego, igual que mis hermanas. Al final vas creciendo,  pasando de categoría. Ves que tomándotelo como un juego ganas carreras y campeonatos. Ya a partir de una cierta edad, que suele ser junior, es cuando decides salir de casa,  entrenar con una persona especializada, con otros medios y dedicarte profesionalmente.

P.- ¿Qué pensaste cuando debutaste en un campeonato internacional?

R.- Guardo con mucho cariño el recuerdo de haber ido al Europeo de Birmingham con mis dos hermanas. Fue mi primer campeonato grande absoluto. Yo venía de ser promesa y ese año además ir las tres… De todas formas, a mi me salió mejor. Llevaba preparado a conciencia que tenía que estar en ese Europeo. Gracias a Dios que a mis hermanas también les pasó lo mismo y coincidimos en un estado de forma que no siempre pasa. Hay veces que Iris está pletórica y Zulema y yo estamos mal o al revés. Es muy difícil que coincidamos las tres en un estado de forma, en un Europeo y estar luchando por entrar en una final en mi primer campeonato serio digamos.

P.- No ha sido el mejor año del Piélagos, pero al final habéis salvado la categoría…

R.- Hemos tenido la mala suerte de que dos compañeras se lesionaron. Casualmente, las dos chicas que se dedicaban al fondo. En las pruebas de fondo, hasta el 3.000 obstáculos que corría yo salvamos esa posición. Pero las que estaban lesionadas se fueron a puestos más atrás que no les correspondían. Ahora esas dos chicas ya están bien, listas para competir y dar guerra.

Luego, tenemos otra del Piélagos que está estudiando en Estados Unidos, Blanca de La Granja, y si la hubiéramos tenido para las ligas hubiese sido un revulsivo para el equipo. Por desgracia para nosotros y por suerte para ella tiene una beca en Estados Unidos. Pero con lo que tenemos podemos hacerlo bien.

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