Lutsenko se impone en otra etapa de montaña desperdiciada por los favoritos al Tour

El Tour de Francia avanza sin que ningún favorito haya conseguido hacer una gran ventaja sobre sus contendientes. La llegada en alto en Mont Aigoual volvió a evidenciar el miedo que existe entre los contendientes sin que se produjese ningún movimiento de los Roglic, Bernal, Dumoulin y compañía. La novedosa idea de meter dos etapas de montaña en la primera semana de la ronda gala ha resultado ser un fracaso. Lo conservador se impone siempre a los valientes.

Había terreno y había opciones, pero los favoritos echaron el freno de mano viendo que las grandes rampas del día estaban a 15 kilómetros de meta. Los últimos no tenían una pendiente superior al 5% de desnivel en ningún momento y en esas lides nadie se atrevió a mover el árbol.

Fue entonces el día para que en fuga algunos segundos espadas se luciesen. El agraciado con el premio de la etapa fue el siempre combativo Alexey Lutsenko. El kazajo se deshizo a 10 kilómetros de meta del español Jesús Herrada y voló para levantar los brazos en meta ante la constancia del corredor del Cofidis.

En el pelotón, en el que llegaron hasta 50 unidades, se movió Alaphilippe a 300 metros de meta intentando recuperar siete segundos sobre el líder Adam Yates tras su penalización de ayer por avituallamiento ilegal. El francés, el único que da un poco de juego en la carrera, apenas pudo conformarse con sacar un segundo.

El Tour de Francia sigue en un bucle de tedio y previsibilidad que hasta el ayer ganador al sprint, Wout Van Aert, llegó a meta con los mejores de la general en una etapa de montaña. Los tiempos están cambiando en el ciclismo y para mal parece. Tanta montaña para que luego nadie se mueva.