De Gendt obra el milagro en Saint-Etienne y Alaphilippe recupera el liderato

Thomas De Gendt se acabó llevando el gato al agua en Saint-Etienne. El belga se llevó la octava etapa del Tour de Francia en la que el pelotón tuvo que afrontar nada más y nada menos que siete puertos en un recorrido de 200 kilómetros. Y claro, hubo guerra. Y mucha.

Porque después de afrontar la etapa más larga de esta edición del Tour de Francia el pasado viernes, el pelotón afrontó este sábado una etapa rompepiernas disfrazada de ‘maría’. No había ninguna cima con nombre ni rampas con pedigrí, pero los corredores tuvieron que hacer frente a un total de cinco puertos de segunda categoría y dos de tercera. Y ahí acabó reinando De Gendt después de realizar una etapa homérica.

Con el belga buscando lo imposible un minuto por delante, la chicha de la etapa se vivió metros atrás donde hubo una caída en la que se vio envuelto el equipo Ineos, uno de los favoritos a poner a un corredor en lo más alto del cajón con Bernal y Thomas. A poco más de 15 kilómetros para llegar a la meta, un corredor de Educacion First tocó el suelo y arrastró a varios del equipo británico entre los que estaba el ciclista galés, último ganador en París y que hace unos días demostró que es el principal candidato para repetir triunfo.

Finalmente, el británico llegó a un grupo principal animado por un Alaphilippe, que otro año más, sigue demostrando que es uno de los grandes animadores de la carrera. En la primera gran prueba de montaña perdió el amarillo pero en Saint-Etienne lo recuperó. Es más, a punto estuvo de robarle el triunfo al ciclista belga que firmó una epopeya digna de recordar. En el Tour de Francia siguen sucediendo cosas increíbles.