El Calderón está listo para vivir «la noche más caliente» de su historia

El miércoles no jugarán once con la camiseta rojiblanca, jugarán 54.000. El estadio Vicente Calderón se prepara para su noche más grande. Lo que puede significar su segundo asalto a la conquista de la Champions League. Y equipo y afición serán uno para llevar al Atlético en volandas a las semifinales superando a un Barcelona al que se le tiene muchas ganas por la ribera del Manzanares, más aún después de lo que ocurrió hace una semana en el Camp Nou.

Los veteranos atléticos lo avisan: “Cuando el Calderón ruge da miedo”. Y ante los de Luis Enrique rugirá más que nunca. La ida en el Camp Nou encendió un ambiente que sólo se apagará si a la conclusión de la eliminatoria el vencedor es el Atleti. Fernando Torres, su Niño, El Niño, el que ya es un hombre y el que es uno de los suyos no puede estar por una de las expulsiones más escandalosas e injustas de la historia de la máxima competición europea. Y la afición colchonera quieren vengar al delantero en el Calderón.

Nadie jamás reemplazará al Real Madrid como el máximo enemigo del Atlético, pero en los últimos años los vibrantes duelos entre rojiblancos y culés han llevado a que estos encuentros se conviertan en un partido muy grande. La Superocopa de España ganada por el Barcelona con un Arda Turan desquiciado, los cuartos de final de 2014 o la Liga del gol de Godín han elevado a este enfrentamiento a una categoría importante.

Por lo tanto, los de la Ciudad Condal vivirán una de sus noches más hostiles que sólo podrán enfriar con fútbol y goles. De lo contrario el Calderón, que vivirá una de las noches «más calientes» de su historia, según los directivos rojiblancos, se les echará encima.

Las entradas volaron

Las entradas duraron muy poco en las taquillas del Calderón. Como era de esperar, la afición atlética no defraudó y acabaron con los más de 11.000 localidades cuando aún faltaban tres semanas para el duelo y no se conocía el resultado de la ida.

Eso sí, el Barcelona no estará solo. Se espera que unos 2.800 culés se desplacen hasta la capital de España para alentar a su equipo e intentar alcanzar las semifinales europeas.