EUROPA LEAGUE: SEVILLA VS ATHLETIC

Al Sevilla le sonríe la suerte del campeón en una agónica tanda de penaltis

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Luis García despeja el balón ante Llorente. (Reuters)

El ambiente en el Sánchez Pizjúan era el de las mejores citas europeas, el motivo no exigía menos: que el Sevilla pudiera seguir soñando con la tercera Europa League consecutiva.

El himno volvió a escucharse a capela mientras los jugadores encaminaban el arco que daba paso al verde. El Athletic buscaba la hazaña de remontar el resultado de la ida de estos cuartos de final de la Europa League (1-2) en casa ajena pero con el mejor once posible.

Ocasiones iniciales… con polémica incluida

Como suele ser costumbre en el equipo hispalense, salieron dispuestos a resolver la eliminatoria y en el primer minuto llegó ya la polémica. Un centro de Mariano chocaba en el costado de Balenziaga, aunque Iborra era el que más protestaba.

Sin embargo, Aduriz fue el que disfrutó de la primera ocasión del partido merced a un pase al hueco de Susaeta, que el pichichi de la competición estrelló contra el palo tras regatear a David Soria. Respondió antes del minuto 10 Rami, que se había quedado descolgado en un córner y el centro filtrado de Krohn-Delhi no pudo convertirlo en gol el defensa francés.

Poco control, mucha intensidad

A esta locura inicial, le siguió un tramo sin dominador claro donde prevalecía la intendidad en uno y otro bando. Skomina, el árbitro del encuentro, pedía calma sin necesidad de amonestar.

El Sevilla, poco a poco, iba imponiéndose. Krohn-Delhi pudo de nuevo adelantar al equipo de Emery, pero Herrerín estuvo muy seguro abajo. Beñat no se encontraba y eso dificultaba el ataque de los vascos, mientras Escudero y Mariano por los laterales hispalenses era lo más peligroso hasta el momento.

Precisamente de una banda llegó otra oportunidad clara, tras una pared en saque de banda de De Marcos con Susaeta que acabó con una media volea de Raúl García que se marchó arriba. El Athletic se estiraba así y encerraba un poco a su rival. Pero la ley de Murphy rige el siguiente acercamiento fue del conjunto sevillista, cuando Kolo logró robar un balón en el centro del campo y a punto estuvo de dejarle en bandeja el gol a Iborra.

El propio central francés falló en la salida de balón y un siempre pillo Raúl García casi se lo hace pagar caro, con un disparo que paró David Soria fácil prácticamente en las postrimerías de la primera mitad. Todavía antes Rami casi se adelanta a la salida de puños de Herrerín, por lo que se llevó un duro golpe.

Otro arranque de idas y venidas

En la vuelta de vestuarios, el Athletic se acercó primero a los dominios de David Soria con un remate de Lekue que no cogió puerta. Sí la cogió el disparo de Iborra, que se encontró con una mano soberbia de Iago Herrerín cuando ya cantaban en el Pizjúan el gol.

Un Krohn-Delhi que había llegado entre algodones dejaba su puesto a Konoplyanka, con lo que Valverde respondía introduciendo a otro jugador de banda como Muniain por Lekue.

Con todavía más de media hora por delante, Aduriz daba otra vuelta a la eliminatoria con su décimo gol de la Europa League con un disparo al palo corto en el que David Soria pudo hacer más. En la jugada posterior, Gameiro iba a empatar el encuentro después de una buena jugada de Vitolo al contraataque y un pase de Krychowiak que se la dejaba al francés para empujarla.

Valverde entonces se la jugaba el todo por el todo introduciendo a Iturraspe por Bóveda, retrasando a la posición de central a San José. El Sevilla por su parte se encerraba atrás porque si recibía otro tanto podían ver una prórroga al final de los 90 minutos. Emery respondía dando más contención al centro del campo, retirando al mediapunta Iborra por un medio de contención como Cristóforo. 

La lesión de Aduriz, ¿el punto y final?

Corría el minuto 70 cuando el corazón del Athletic se iba a parar. El motivo no era otro que su goleador, Aduriz, se llevaba la mano a los isquiotibiales y pedía el cambio al borde del sollozo. Viguera entraba en su lugar y prácticamente restaba a cenizas las opciones de su equipo por la importancia que tenía en los suyos el pichichi de la Europa League.

Este mazazo a punto estuvo de aprovecharlo Gameiro de nuevo y N’Zonzi, aunque en primera instancia el zurdazo del galo se iba a encontrar ante un Herrerín muy acertado, y en la segunda el francés no encontraba portería con su cabezazo.

Raúl García silenciaba el Sánchez Pizjúan

Cuando peor lo estaba pasando el cuadro rojiblanco, Raúl García se disfrazaba de Aduriz para empatar la eliminatoria y silenciar el Sánchez Pizjúan. Con este gol, de cabeza como no podía ser de otra forma, el duelo se iba a la prórroga pero la afición hispalense intentaba animar a su equipo a pesar de este K.O. técnico con aún más de diez minutos por delante.

Beñat pudo convertirse en el héroe ya en prolongación con un centro-chut que no encontró ni los tres palos ni a ninguno de sus compañeros que se sumaron al ataque, por lo que todo se iba a la prórroga.

Mucho miedo a perder y oportunidades clarísimas

Olía a prudencia en el Athletic y en el Sevilla pero los jugadores que estaban dando un completo espectáculo no transmitían ésta. Susaeta perdonó primero el pase a semifinales quedándose sólo ante David Soria y fallando el uno contra uno ante otra vez un Pizjúan mudo.

Respondió por partida doble el conjunto hispalense, con un disparo de falta de Konoplyanka que despejó mal la defensa vasca para chocarse el esférico contra la madera. A continuación, un Coke que acababa de entrar al terreno de juego por Mariano, pudo hacer el gol de la competición con una chilena que sacó bajo palos San José.

Tras un doble juego peligroso de Krychowiak y Muniain, la tangana hizo acto de presencia. Skomina señalaba falta en contra del Athletic, que Konoplyanka casi convierte en gol si Herrerín no llega a estar atento justo en el pitido final de esta primera mitad de la prórroga.

Lesión de Gameiro… y la lotería de los penaltis

En un contraataque que comandaba Gameiro, el francés se rompía y el Athletic, que no tiraba el balón fuera, disfrutaba de la última oportunidad en juego con un disparo potente de Raúl García que consiguió atrapar en dos tiempos David Soria.

Llegaba entonces la lotería de los penaltis y el momento de Emery y Valverde de decidir los cinco lanzadores más los reservas si hiciera falta. Krychowiak y Susaeta, los capitanes sobre el campo, decidían con Skomina la portería dónde se decidiría la suerte.

Raúl García no fallaba en el primero y daba la ventaja moral y también numérica en el inicio de este proceso. Coke empataba la contienda engañando completamente a Herrerín. Viguera era el siguiente león en lanzar y tampoco fallaba, como tampoco hizo Krychowiak, penal que a punto estuvo de parar el guardameta vasco. En la tercera ronda San José seguía con el pleno, mientras que Konoplyanka hacía lo propio con mucha sangre fría. 

Iban a llegar los fallos y éste iba a ser de uno de los jugadores con más talento, Beñat, con pasado bético además. David Soria no se venció y se quedó en el centro para hacer al Pizjúan soñar. N’Zonzi engañaba al cancerbero del Athletic dejando a la muerte súbita a Susaeta, el quinto lanzador de los vascos. El 14 no falló y dejaba toda la responsabilidad a Gameiro, que estaba ante la posibilidad de marcar el llamado gol del cojo. No iba a fallar el francés mandando el disparo a la escuadra para que el campeón pise de nuevo las semifinales de la Europa League.

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