¡A Zidane se le volvió a romper el pantalón!

Zidane y Pellegrini vivieron el partido de manera muy intensa desde los banquillos. Los cerebros de Manchester City y el Real Madrid se mostraron muy serios durante el encuentro, especialmente en los primeros minutos. Ambos estaban muy atentos a lo que sucedía en el terreno de juego, dando instrucciones para corregir los diferentes aspectos del juego que no les gustaba.

Las malas noticias para el conjunto inglés llegaron con la lesión de Silva. Al técnico chileno se le torció bastante el gesto al ver como uno de sus mejores hombres abandonaba el terreno de juego lesionado. Optó por darle la oportunidad a Iheanacho para reemplazar al futbolista canario.

Sin embargo, Zidane respiraba aliviado, ya que el ex del Valencia es un jugador determinante. Lo cierto es que Zizou vive cada partido con una intensidad máxima. Una intensidad que le volvió a pasar factura a sus pantalones. Como sucedió ante el Wolfsburgo, al francés se le volvió a desgarrar el pantalón del entallado del traje del técnico del Real Madrid. La raja llegaba hasta la rodilla. En aquel choque la locura por la remontada acabó por desgarrarle el pantalón.

El pequeño incidente no desconcentró a un Zidane que estaba muy metido en el partido, pisando la línea de fondo todo el rato como si fuera a saltar al césped. Por momentos parecía casi un jugador. A diferencia de Pellegrini, el preparador galo no paraba quieto ni un segundo. No cesaba dando instrucciones a sus futbolistas.

En los últimos minutos, se vio a un Zidane nervioso y desesperado con las paradas salvadoras de Hart a Pepe y a Casemiro. No se podía creer lo que estaba viendo, su equipo había perdonado dos ocasiones claras de asertar un duro golpe al City en su propio campo. Mientras tanto Pellegrini no quería ni mirar, parecía tranquilo pero por dentro era un manojo de nervios. El Madrid se estaba acercando con mucho peligro hacia su portería.

Al final De Bruyne tuvo la victoria en sus botas. Una falta con la que vibró Pellegrini desde el banquillo. Nervioso e intranquilo vio como Navas salvaba esa última ocasión de ir al Bernabéu con un resultado casi definitivo. Finalmente ninguno de los dos anotó y los dos técnicos ya piensan en el duelo de vuelta de la próxima semana.