Para Michael Robinson hay esperanza: once deportistas que vencieron al cáncer

Michael Robinson ha comunicado que padece un cáncer y recordamos otros deportistas que han vencido a esta cruel enfermedad

Para Michael Robinson hay esperanza: once deportistas que vencieron al cáncer
Eduardo Berizzó, José Molina, Yeray Álvarez y Germán Burgos.

Michael Robinson desvelaba en la radio que padecía un cáncer con metástasis en estado avanzado, pero el ex futbolista de Liverpool y Osasuna, entre otros equipos, se ha mostrado optimista en su lucha para vencer la enfermedad.

Antes que él, fueron otros deportistas los que superaron tumores, y muchos de ellos pudieron continuar practicando su deporte. Algunos los sufrieron tras retirarse, pero finalmente lograron vencer al cáncer y seguir desempeñando sus funciones, convirtiéndose en claros ejemplos para Michael Robinson y para todo aquel que padezca una enfermedad de este tipo.

Eduardo Berizzo: cáncer de próstata

Es uno de los casos más recientes. El técnico argentino estaba a los mandos del Sevilla cuando se le detectó un cáncer de próstata. Su puesto lo ocupo el segundo entrenador, Ernesto Marcucci, gran apoyo para el ex futbolista del Celta. Tras unas semanas recuperándose, el club hispalense anunció que Berizzo había vencido al cáncer.

Yeray Álvarez: tumor testicular

También se trata de otra enfermedad reciente que terminó con victoria para el futbolista del Athletic. Y no solo una vez, sino que en ganó la batalla hasta en dos ocasiones. En 2016 le detectaron el primer tumor, se recuperó, pero cuando estaba con la selección Sub21, recayó y tuvo que volver a someterse a quimioterapia. Como gesto de apoyo, sus compañeros se raparon la cabeza.

El Mono Burgos: cáncer de riñón

Al actual segundo entrenador del Cholo Simeone se le detectó un cáncer de riñón en 2003 cuando aún era futbolista del Atlético de Madrid. Luchó y ganó la batalla, experiencia que le sirvió para ayudar a Saúl Ñíguez cuando el ilicitano pensó en extirparse un riñón para evitar dolores. El Mono Burgos le quitó esa idea de la cabeza rápidamente al futbolista del Atleti.

Eric Abidal: tumor de hígado

El lateral zurdo jugaba en el Barcelona en 2011 cuando se le detectó la enfermedad. Fue operado y cuando todo parecía olvidado, un año después, volvió a recaer, pero con más complicaciones: necesitaba un transplante. Su primo le donó el suyo y Abidal pudo volver a los terrenos de juego y continuar su carrera en el Mónaco y Olympiacos.

Nené Hilario: tumor testicular

En 2008, cuando el jugador de baloncesto militaba en los Denver Nuggets le diagnosticaron que tenía un tumor testicular que, gracias a una operación, consiguió superar. Tras un tiempo de recuperación, el brasileño continuó jugando al más alto nivel en la NBA.

Kyle Kuric: tumor cerebral

Otro caso en baloncesto. Con tan solo 26 años, un meningioma en el cerebro amenazó la vida de Kyle Kuric, jugador en aquel entonces del Herbalife Gran Canaria. Se le detectó este tumor después de que se quejase de continuos dolores de cabeza. Con el apoyo de su club y de todo el mundo del deporte, este jugador volvió a las canchas 5 meses después de haberse sometido a la grave operación.

Lubo Penev: tumor testicular

Volviendo al mundo del fútbol, el delantero búlgaro también tuvo que luchar contra un cáncer. Jugaba en el Valencia y la enfermedad le impidió jugar el Mundial del 94, pero superó al tumor y volvió a jugar. Un año después fichó por el Atlético de Madrid y fue uno de los protagonistas en el Doblete del conjunto colchonero en una plantilla en la que tenía como compañeros a Simeone, Kiko, Caminero o Molina.

José Francisco Molina: cáncer testicular

Molina, que coincidió con Penev en el Atlético, también se enfrentó a la misma enfermedad, pero en 2003. Necesitó 19 sesiones de quimioterapia y volvió a vestirse con la camiseta del Deportivo antes de finalizar su carrera en el Levante en 2007.

Ivan Basso: cáncer de testículo

Una caída en el Tour de Francia fue el detonante para que le detectasen una enfermedad que acabaría venciendo. Todo ocurrió en 2015, y a los pocos meses este ciclista volvió a la competición, pero no se veía rindiendo al mismo nivel y decidió retirarse.

Arjen Robben: cáncer de testículos

Cuando la carrera del extremo holandés estaba despegando, en 2004, se le diagnosticó un cáncer de testículo. Sin que nadie lo supiera, durante un año se estuvo tratando y jugó una Eurocopa mientras se trataba peleando contra la enfermedad. La temporada siguiente, ganó la liga con el Chelsea y fue uno de los mejores del conjunto londinense.

Lance Armstrong: cáncer de testículos

Cuando el ciclista americano comenzaba a hacerse un hueco en 1996, le diagnosticaron un cáncer de testículos con metástasis en pulmones y cerebro. Superó todas las adversidades y se hizo con siete Tour de Francia que después le despojarían cuando se descubrió que se había dopado.

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