Las tensiones entre los jugadores están a la orden del día

El PSG es un polvorín

El PSG es un polvorín
Cavani,-Mbappé-y-Neymar-durante-un-encuentro-(Getty)

El Paris Saint Germain es un polvorín que puede estallar en cualquier momento. El líder de la Liga francesa atraviesa un buen momento en lo deportivo pero a Unai Emery no le está siendo nada fácil manejar un vestuario donde las luchas de egos y tensiones entre los jugadores están a la orden del día, por mucho que el club se esfuerce en intentarlo maquillar…

La relación entre Neymar y Cavani no es buena, aunque ahora procuren ocultarlo con abrazos forzados al celebrar los goles. No es fácil asumir el rol de secundario y ni uno ni otro están dispuestos a dar su brazo a torcer. Cada falta, cada penalti es un momento de tensión por ver quién lo lanzará.

El primer incidente lo vimos ante el Lyon en septiembre. Neymar le robó la pelota ante la incredulidad de Cavani, cuando éste se disponía a lanzar una falta. Minutos después el uruguayo le negó un penalti al brasileño, lanzamiento que finalmente erró. En el segundo, mucho más reciente, Neymar no dejó tirar el penalti a Cavani ante el Dijon, con el que podría haber superado el récord de goles de Ibrahimovic con el PSG. El brasileño anotó ese día cuatro tantos pero se llevó el abucheo de la grada por su gesto ante el uruguayo.

Guerra abierta entre los jugadores

La disciplina tampoco parece ser igual para todos en el vestuario de los parisinos. Tras las vacaciones de Navidad, Cavani y Pastore se incorporaron después del plazo marcado. Thiago Silva, capitán del PSG, señaló que «Pastore quería salir pero no encontró ningún club con el que firmar un acuerdo». El argentino utilizó Instagram para responder al brasileño: «Nunca he hablado con Silva de mi problema ni de mi futuro. Nunca he metido presión a nadie» le recriminaba públicamente Pastore.

Por otro lado, algunos de sus jugadores no parecen estar totalmente comprometidos con el PSG y se han dejado querer por otros clubes. Tanto Marco Verratti como Ángel Di María han escuchado ofertas de otros clubes y han estado muy cerca de abandonar París rumbo a Barcelona, especialmente. Siempre con el factor económico como principal motivación.

En el PSG parece haber dos clanes: el brasileño y el uruguayo y las tensiones entre ambos pueden suponer un problema de cara al enfrentamiento del próximo miércoles ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

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