DEPORTIVO DE LA CORUÑA VS BARCELONA: JORNADA 27 DE LIGA

Resacón en Riazor (2-1)

Resacón en Riazor (2-1)
Suárez se lamenta bajo la lluvia. (EFE)
Javier Iglesias

El Barcelona llegó de resaca a Riazor y se encontró un Deportivo que fue un auténtico dolor de cabeza. Los de Luis Enrique pagaron cara la euforia de lo sucedido en el Camp Nou el miércoles y se dejaron tres puntos importantísimos en la pelea por la Liga.

Que el Barça llegaba crecido y confiado es innegable. Luis Enrique introdujo cambios en la alineación, pero mantuvo el dibujo de los tres defensas con Sergi Roberto en el centro del campo. Arda era elegido para hacer de Neymar, que se borró por cuarto año consecutivo en estas fechas para poder celebrar en cumpleaños de su hermana.

Pepe Mel tenía claro que no quería que su equipo se encerrase atrás. Cuanto más lejos se jugase del área de Lux, menos opciones azulgranas de marcar. Y así el Deportivo estaba cómodo, hasta Joselu avisaba a Ter Stegen con un disparo desde la frontal del área en los primeros minutos.

Valiente Deportivo

El Barcelona poco a poco se iba a haciendo con el control del juego y aproximándose a la portería deportivista, pero sin sensación de peligro. Movimientos de balón de lado a lado sin profundidad. Una intensa lluvia hizo aparición en Riazor, los paraguas se abrían en la grada y casualidad o no, el agua agitaba el partido convirtiéndolo en un ida y vuelta lleno de imprecisiones por parte de ambos equipos.

Messi disputa un balón con Bruno Gama. (AFP)

La primera ocasión del Barcelona, con disparo, llegó a los 29 minutos de juego. El chut de André Gomes con la derecha no cogió la rosca deseada y le marchó lejos del poste. Según pasaban los minutos los de Luis Enrique parecían estar más cómodos y un balón al hueco de Busquets a Sergi Roberto, dejó al héroe de la remontada en buena posición dentro del área, pero su pase de la muerte fue atrapado por Lux. Suárez sólo habría tenido que empujar.

La lluvia paraba y el Depor tenía ganas de guerra. Tantas que consiguió adelantarse en el marcador gracias un gol de Joselu. El delantero, ex del Real Madrid, avisó primero y concretó después. Un disparo suyo a la media vuelta obligó a Ter Stegen a realizar una gran estirada que enviaba el balón a córner. A la salida del balón parado ya no perdonó. Joselu apareció en el área pequeña para aprovechar una caótica jugada y un despeje del portero alemán y enviar el balón a la red.

Los jugadores del Deportivo celebran el gol de Joselu. (AFP)

Así se llegaba al descanso. El Barça no era mejor que el Deportivo y otra vez estaba obligado a remontar. En esta ocasión para mantener el liderato. Menos de un minuto tardó en empatar el partido tras salir de los vestuarios. Luis Suárez salió con ganas de merendar y cazó un balón suelto en el área tras un centro de Denis Suárez. El uruguayo golpeó la pelota de manera muy violenta haciendo imposible la reacción del portero local.

Luis Suárez celebra el empate del Barcelona en Riazor. (AFP)

Pero lejos de amedrentarse, el gol impulsó al Deportivo a lanzarse en busca del segundo. Los de Pepe Mel, firmaron muy buenos minutos en los que sus llegadas a la portería culé eran constantes. Y Riazor apretaba celebrando cada acercamiento, cada robo de balón, cada córner…

A Luis Enrique no le gustaba como se terciaba el encuentro y detectó – tampoco era muy complicado – que a su equipo le faltaba fútbol. Por ello, ordenó quitarse el chándal a Iniesta y a Rakitic. Arda y Gomes y volvían a su hábitat natural, el banquillo, sin haber aprovechado, una vez más, la oportunidad de la que disponían.

Esta vez no hubo ayudita…

Messi se lamenta en Riazor. (EFE)

En el Deportivo se empezaba a notar el cansancio que supone correr tras el balón e involuntariamente daban un pasito atrás que posibilitaba al Barcelona acercarse a la portería de Lux, pero que también le permitía encontrar más espacio a la espalda de la defensa azulgrana para salir a la contra.

Como si de un copia y pega de la primera parte se tratara, el Deportivo volvía a avisar antes de volver a adelantarse en el marcador. Arribas estrelló el balón en el poste a la salida de un córner, para que en la siguiente jugada Bergantiños, también de cabeza, rematase a la red. Riazor enloquecía con el tanto blanquiazul y el partido también.

El Barcelona, con casta y poco fútbol, lo intentaba, mientras que Kakuta lideraba los contraataques gallegos que podían suponer la sentencia. Se llegaba al minuto 90 con una falta en la frontal. De esas que le gustan a Messi. Pero no era el día del argentino que la echaba por arriba. Esta vez no hubo ayuda arbitral… y tampoco remontada.

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