El Chelsea ratifica a Mourinho

Tras la tormenta que se desató en Stamford Bridge por la derrota ante el Southampton y la posterior rueda de prensa de Mourinho, el Chelsea reaccionó ayer de forma contundente para acallar los rumores sobre el futuro del técnico luso. En un comunicado publicado en la página web oficial, el club de Roman Abramovich ha manifiestado su apoyo total hacia José Mourinho y hacia la plantilla. «El club quiere dejar claro que José Mourinho continúa teniendo todo nuestro apoyo», reza textualmente el comunicado del Chelsea.

«Como Mourinho ha dicho, los resultados no están siendo lo suficientemente buenos. No obstante, nosotros creemos que es el entrenador adecuado para dar la vuelta a esta temporada y que tiene un equipo para hacerlo posible”, termina diciendo el comunicado para intentar zanjar todos la cascada de rumores surgidos en torno a la continuidad del técnico luso.

Antes del partido ante el Southampton, Mourinho había admitido que estaba pasando por “el peor momento de mi carrera, con los peores resultados que jamás he tenido. El técnico luso había reconocido también que nunca ha vivido una situación igual en tres lustros en los banquillos, aunque le veía también el lado bueno: “He tenido grandes desafíos y ha tardado 15 años en llegar un momento así, pero este es el peor momento. Nunca había perdido tantos partidos, eso es un hecho, pero lo veo como una fantástica experiencia negativa».

Sin embargo, después de una derrota en casa por 1-3 que dejaba al Chelsea al borde de los puestos de descenso, con sólo dos victorias en siete partidos y a diez puntos del líder, Mourinho se hacía fuerte y cambiaba radicalmente su discurso. “Si el club quiere echarme, tienen que destituirme. Yo no voy a renunciar. Si me destituyen, están echando al mejor entrenador que ha tenido este club», era la amenaza velada de Mou por si a alguien se le ocurría la opción de un relevo en el banquillo de Stamford Bridge. Porque el entrenador portugués no está dispuesto a tirar la toalla por muy malo que esté siendo el arranque de temporada de su equipo: “No hay forma de que dimita. ¿Por qué? Porque el Chelsea no puede tener un entrenador mejor. Hay entrenadores a mi nivel pero no mejores. Quiero lo mejor para mi club y lo mejor es que yo siga”.

Quizá por ello la respuesta del Chelsea ha sido una ratificación pública y expresa. El matrimonio entre Mourinho y Abramovich se basa en la conveniencia de que ambos se necesitan más que nunca para lograr un objetivo común: volver a hacer de los blues un equipo ganador que aspire a levantar títulos.